La zootecnista Tatiana Zárate en el Laboratorio Parinei, en donde se conservan las muestras para un segundo estudio. Foto: Unal.

Hallan parásitos con riesgo para la salud humana en osos de anteojos, ganado y caballos

Una investigación de la Universidad Nacional establece que en zonas de alta montaña los parásitos se podrían transmitir a través del consumo agua.

Fuente: Agencia de Medios – Universidad Nacional

En los Andes colombianos, en la alta montaña de Tenerife (Valle del Cauca), en El Silencio (Cañón del Combeima, Tolima) y en el municipio de Totoró (Cauca) se evidenció la presencia de parásitos con potencial zoonótico –es decir que se pueden transmitir de animales a humanos– en osos de anteojos, bovinos y caprinos.

El hallazgo plantea una preocupación en salud pública y obliga a diseñar estrategias de prevención para evitar la propagación de estas enfermedades.

Después de analizar las 264 muestras fecales colectadas entre el 13 de julio y el 6 de diciembre de 2021, se identificaron 98 ejemplares positivos para al menos un parásito de bovinos Bos taurus, con una prevalencia total del 60,93 %.

En los osos de anteojos 35 de las 58 muestras fueron positivas con una prevalencia del 60 %; en el ganado fue del 28 % con 31 casos positivos de 112 muestras, y en caballos del 46 % con 22 casos positivos de 48 muestras.

El profesor Javier Antonio Benavides Montaño, del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que “en los parásitos encontrados, el potencial zoonótico implica que podrían representar un riesgo para las personas, ya que en zonas de alta montaña los parásitos se pueden transmitir a través del consumo agua”.

Agrega que “los hallazgos son importantes porque permiten preservar la salud y el bienestar de las personas, pero también de la fauna silvestre, como el oso de anteojos, una especie que además se encuentra en peligro de extinción; conocer los parásitos que pueden afectar su salud es esencial para conservarlo”.

La interacción entre los osos de anteojos y los animales domésticos como el ganado bovino o caprino puede facilitar la transmisión de enfermedades y afectar la viabilidad de la población de osos.

Oso de anteojos, el único que habita en sudamérica

Foto: Corpoboyacá
La principal amenaza que sufre el oso de anteojos es la fragmentación y pérdida de su hábitat natural. Foto: archivo particular.

En Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia el oso andino –u oso de anteojos– ocupa más de 260.000 km2 de hábitats forestales. Aunque se estima que en estos países hay más de 20.000 adultos de esta especie, en Sudamérica la población se ha reducido entre un 30 % y un 42 % debido a que estas áreas son insuficientes para garantizar su preservación, a la deforestación y al aumento de la extensión ganadera.

Aunque en Colombia, Ecuador y Bolivia se ha estudiado la taxonomía, genética, reproducción, distribución, hábitats, dieta, comportamiento, estado y conservación de la especie, además de los conflictos basados en la cría de ganado, aún no existían estudios de las formas parasitarias, por lo que conocerlas por primera vez permite pensar que estas especies se pueden proteger mejor.

“Cuando se quiere introducir osos de anteojos a un hábitat natural, se debe pensar a qué parásitos se van a enfrentar en condiciones naturales”, indica el profesor Benavides.

En el estudio participaron además las zootecnistas Paula Tatiana Zárate Rodríguez y Luisa Fernanda Collazos Escobar, quienes entrevistaron a las comunidades para entender mejor lo que representa para ellas el oso de anteojos que habita la alta montaña, y además de un amplio desconocimiento supieron que en años anteriores los cazaban y exponían en las viviendas como símbolo de superioridad y habilidad para la caza.

“La morfometría de los parásitos hallados permitió determinar una diversidad de géneros parasitarios”, señala la zootecnista Zárate –recientemente aceptada al Doctorado de la Facultad de Ciencias Agropecuarias–, quien los analizó directamente en el Laboratorio de Parasitología, Inmunología y Enfermedades Infecciosas (Parinei).

Hoy las muestras están resguardadas allí para perfilar estudios de doctorado e identificar las diversas especies parasitarias por técnicas tanto de biología molecular como de microscopia avanzadas. Así los investigadores desean aportar a las posibles soluciones en salud pública y preservación de esta especie silvestre.

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