Fuente: Deutsche Welle
Muchos países se muestran más verdes de lo que realmente son. Otros se convierten en campeones ecológicos de forma inesperada. El CCPI revela la verdad sobre las emisiones y las políticas energéticas.
Las organizaciones Germanwatch y Climate Action Network publicaron el índice de eficiencia contra el cambio climático o Climate Change Performance Index (CCPI). Se trata de una clasificación de 56 países más la UE, donde se han tenido en cuenta la emisión de gases de efecto invernadero, el desarrollo de energías renovables, el uso energético y la política climática.
Suecia, Lituania y Marruecos obtuvieron las mejores notas, mientras que Corea del Sur, Irán, Arabia Saudí, las peores. Al igual que el año pasado, Alemania obtuvo una posición relativamente baja, la 22, debido al alto uso de carbón. La UE está ubicada este año en la posición 21.
La buena noticia es que el porcentaje de emisiones de CO2 ha descendido en comparación con el año pasado. La mala noticia, ningún país cumplió de manera suficiente con su política energética como para merecer una «muy buena posición” en dicha lista.
A excepción de Suecia, que lidera el ranking gracias a la caída de emisiones y al alto porcentaje de renovables, se sigue careciendo de ambición para avanzar en este ámbito, según los autores del reportaje. Los objetivos de los países escandinavos de energías renovables para 2030 no son suficientes para mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados.
Marruecos, por otra parte, es un país al alza. Esta nación africana ha promovido una transición potente hacia las energías renovables, que está de hecho implementando ahora. Se espera que incluso mejore su posición en el ranking en los próximos años.
La historia del éxito británico
En el Reino Unido se firmó la primera legislación para reducir las emisiones de gases en 2008. Esto ayudó al país a mejorar en este ámbito. Y es que la política energética no depende de los caprichos del inquilino de Downing Street, dijo Nick Bridge, representante especial del cambio climático del Reino Unido. «Hemos reducido nuestras emisiones de carbono hasta un 40% desde 1990, mientras que la economía ha crecido cerca del 70%”, dijo. La fijación del precio del carbón y varias normativas han sido los propulsores principales del éxito en el país: «Pasamos del 40% de generar energía con carbón hace cinco años a casi nada”, explicó. De hecho, el Reino Unido se las ingenió para llegar a cero emisiones este año.
Alcanzar el octavo lugar en dicho índice ha sido también posible a la energía eólica marina. Es el país que más produce este tipo de energía en el mundo, lo que también supone un giro hacia la economía circular.
Alemania debe abandonar el carbón
Alemania alardea de su inventario de tecnologías limpias como país coanfitrión en la cumbre COP23. Sin embargo, sigue siendo uno de los diez países que más emiten gases de efecto invernadero y, por lo tanto, no cumplirá sus objetivos climáticos. La gran industria de lignito y el sector de transportes son los grandes lastres del país.
Alemania se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% hasta 2020, pero las medidas adoptadas hasta ahora solo permitirán alcanzar el 30%.
«El carbón no tiene futuro. El mundo se está alejando de él y Alemania tiene que hacerlo también”, explicó Eberhard Brandes, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Alemania. «Si no, ni seremos nunca un buen ejemplo ni nos uniremos a los compromisos internacionales”, añadió.
Las renovables siguen siendo un sueño
Los autores del informe situaron a Rusia hacia el final de la clasificación por el alto índice de emisiones del país y el bajo uso de las energías renovables: el país cuenta con las mayores reservas de gas natural y algunas de las mayores reservas de carbón y petróleo del mundo.
Alexey Kulapin, director del departamento de política energética de Rusia, sin embargo, aseguró durante una conferencia de prensa en la COP23 que el sistema energético de Rusia es uno de los más verdes del mundo.
Corea del Sur, por su parte, está situada en el tercer puesto al final del ranking. El nivel de renovables en su suministro energético es muy bajo. «Tenemos que aumentar nuestras energías renovables, pero de manera inteligente”, dijo Yoo Young-sook, director de la ONG The Climate Change Center y antiguo Ministro de Medio Ambiente.