Karol Bustos Mahecha, cursa grado noveno en la Institución Educativa Técnica Zulia de Maripí, al Occidente de Boyacá, y junto a Fredy Peña, uno de sus compañeros, comparte la preocupación por el deterioro del planeta.
No necesitan tener acceso a redes sociales ni sintonizar cadenas de televisión o de radio para saberlo, lo están viendo en su territorio. Son testigos de las quemas que con frecuencia deterioran las áreas de bosque para establecer cultivos o ganado, y de la tala de árboles de la cual subsisten muchas familias de la zona.
Karol lo entiende muy bien. “El planeta está muy afectado por las quemas que provocan el calentamiento global”. Ella y sus compañeros y se han tomado en serio el papel de preservar los recursos de los que disponen, aún en contra de la manera tradicional como sus familias se han servido de los recursos naturales.
Su compromiso fue activado por un grupo de profesores que hace muy poco llegaron a la institución procedentes de urbes como Bogotá, Duitama, Chiquinquirá o Firavitoba. Dejaron las comodidades citadinas y se instalaron en Zulia para hacer patria y servirle a esta comunidad.
La misión de educadores está encabezada por su rector Jaime Niño Bernal, quien ocupa el cargo hace un año y medio, aproximadamente, y en esta tarea lo secundan los docentes Juan David Rincón, líder del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE); Andrés Mateus, del área técnica agrícola, y los catedráticos de las otras asignaturas con quienes el tema ambiental se trabaja de manera transversal.
Jaime Niño Bernal, rector de la IE Zulia de Maripí
A pesar del poco tiempo transcurrido desde su llagada han logrado la activa participación de los 200 estudiantes matriculados en la sede Principal y en las de Guarumal y Canencepí, y de algunos de sus padres en actividades de reforestación, recolección de residuos y establecimiento de huertas caseras.
Niño Bernal, oriundo de Firavitoba, calcula que en el transcurso de 2019 año se han sembrado 500 plantas cerca a la quebrada que circunda al colegio, lo que ha permitido sensibilizar a los estudiantes sobre la relación entre los árboles y el agua y su aporte a la protección del suelo y la captura de dióxido de carbono. En ese propósito les ha acompañado el personal de la Oficina Territorial de Corpoboyacá en Pauna con el suministro de las plántulas, la asistencia técnica para la siembra y jornadas de educación ambiental.
De esta forma pretenden compensar, aunque sea en pequeña escala, el daño que representa la tala indiscriminada para labores de carpintería y el comercio de madera hacia Chiquinquirá, movilización que en muchos casos se hace de manera ilegal.
Esfuerzo que trae reconocimientos
Jaime Niño Bernal, el rector de la Institución Educativa Zulia, expresó su satisfacción por que su colegio fue seleccionado para representar a la provincia en el Foro Departamental de Educación Ambiental. El esfuerzo conjunto de profesores, estudiantes y padres de familia se ha visto reflejado en el aspecto que hoy tienen sus instalaciones: jardines cuidados, una cerca viva que crece, y que pronto dará sombra, y la basura donde tiene que estar.
Además de este privilegio que le llena de orgullo, él y su comunidad académica son conscientes del servicio que la están prestando a la región. Los árboles de cedro, palo negro, cafeto y mulato, entre otros, que están plantando junto al equipo de la Corporación, contribuyen a la protección de varios nacimientos de agua de los que se surte la inspección de Zulia.
El rector, su equipo y los estudiantes esperan adelantar un proyecto de investigación que les permita conocer las quebradas de la inspección y así identificar el potencial hídrico de la zona.
En ese cometido el liderazgo del profesor Juan David Rincón, responsable del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE), será fundamental. El educador describió que los principales aspectos del PRAE son: rescatar los valores ambientales, la creación de la huerta escolar, la adecuación de un sendero ecológico y la recuperación de la quebrada.
Juan David Rincón, responsable del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE), en compañía de estudiantes de Zulia.
Rincón, que hace cuatro años labora en Zulia, destacó la transformación de esta comunidad. Padres e hijos se han sumado a las jornadas de recolección de residuos y arborización y durante esas faenas se reflexiona sobre la crisis de los bosques, el cambio climático y la urgencia de ejecutar campañas de conservación.
“Hay jóvenes que cuestionan a sus papas por la afectación del bosque y su impacto en el ecosistema”, relata el educador. Sus palabras las respalda Fredy Peña, estudiante de secundaria, cuando expresa que las familias del sector siempre han hecho las cosas de la misma manera y “nosotros estamos aprendiendo a hacerlas partir de un conocimiento técnico y luego vamos a nuestras casas y compartimos ese conocimiento”.
Fredy se declara sorprendido de los resultados alcanzados y confía en que el trabajo que hacen desde su colegio contribuya a mejorar la relación de su comunidad con los recursos naturales.
Agricultura sostenible en el aula
Andrés Mateus Dueñas, profesor del área técnica agrícola, hizo su aporte con un proyecto de producción de abonos orgánicos a partir de los desperdicios del restaurante escolar, de los residuos de las cosechas y del estiércol del ganado.
Su meta es contribuir para que los habitantes de la región, a través de los estudiantes del colegio, vean en la agricultura sostenible una opción sana de alimentación y de obtención de ingresos para su sustento.
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