El vertimiento de aguas residuales es uno de los principales conflictos ambientales de la ciudad. Foto: Cortesía Gerson Flores.

Duitama y sus deudas ambientales de cara a las próximas elecciones

Corpoboyacá rajó en 2020 el plan de desarrollo de la ciudad. Consideró que no profundizaba en las problemáticas reales del territorio.

“Hay muchas promesas de los candidatos frente a cómo tratar los temas ambientales y algunos sí las plantean en sus campañas, pero creo que la mayoría los desconocen”.

Esta frase de Alberto Camargo, ex ciclista profesional y empresario del sector turístico, recoge el sentir de quienes consideran que los gobernantes de Duitama no han estado a la altura de sus obligaciones en materia de protección de los recursos naturales. 

Camargo ha expuesto en varias ocasiones la problemática que afecta a los habitantes de la vereda San Lorenzo de Abajo – Sector Santa Clara, particularmente por el vertimiento de aguas residuales provenientes de la ciudadela industrial. 

Describió que los residuos generados desde la ciudadela impactaron a una corriente de agua procedente del sector de La Trinidad y de la cual se surtían agricultores y ganaderos gracias a su buen estado. “Al encontrarse las aguas contaminadas con las de la parte alta se volvieron fétidas y no pudieron volver a utilizarse”, dijo Camargo

“Este problema, el que se viertan aguas negras sin control ni tratamiento, está afectando la calidad de vida de nuestras fuentes y el bienestar de quienes habitan en la ciudad”, aseguró Alberto Camargo.  

Lamentó que las autoridades locales no ejerzan vigilancia estricta sobre el cumplimiento de las normas, y permitan el desarrollo de la ciudad sin considerar las obligaciones ambientales de las empresas y de las nuevas construcciones.  

La presencia de los desechos advertidos por Camargo provocan contaminación y olores fétidos, y se suma a los otros vertimientos de Duitama al río Chicamocha, y a los canales de los que se sirve el distrito de riego para la irrigación de los productos cultivados en la región. 

Según datos aportados por la administración municipal, a través de la ex alcaldesa, Constanza Ramírez Acevedo, “se tienen monitoreados 12 puntos de vertimientos de aguas residuales … y  las fuentes receptoras son la quebrada La Aroma, el Canal Vargas, el rio Chiticuy y el rio Chicamocha”. Las aguas sanitarias de los casi 130 mil habitantes de la ciudad se descargan en estos ríos, quebradas y canales.

En su momento la hoy ex alcaldesa admitió el impacto negativo de esta perversa práctica, y mencionó el avance de una consultoría apoyada por el Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico y el Departamento Nacional de Planeación (DNP), destinada a identificar las fuentes de financiación para la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR). Sugirió además que el esquema de Asociación Público- Privada (APP) podría ser una de las opciones más viables para materializar ese propósito. 

En cuanto a la inversión requerida, Ramírez Acevedo aseguró que de acuerdo con los avances de la consultoría esta podría ascender a los $ 69.751 millones, de los cuales la administración presupuestó $6.500 millones a partir de 2022.

Cero en conducta ambiental

En la evaluación realizada por Corpoboyacá al Plan de Desarrollo propuesto por la ex alcaldesa Constanza Ramírez, la autoridad ambiental concluyó que el municipio no acogió las orientaciones y lineamientos suministrados por la entidad para la adecuada incorporación de los aspectos ambientales en el instrumento de planificación.  

Algunas de las observaciones son las siguientes: 

El documento (del Plan de Desarrollo) no manifiesta su compromiso de estar alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 ni con el Programa de Gobierno Departamental ‘Boyacá sigue avanzando – 2020-2023.

Respecto al diagnóstico territorial, Corpoboyacá estimó que este “no realiza un análisis detallado de las problemáticas de tipo ambiental que existen en el municipio”.

Uno de los requisitos de los planes de desarrollo municipales es que sean coherentes con las líneas estratégicas del Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR). Al respecto Corpoboyacá conceptuó lo siguiente sobre el caso de Duitama: 

“Se observa que las 4 Dimensiones estratégicas desarrolladas a lo largo del documento presentan un grado bajo de articulación con las establecidas para el PGAR, pues apuntan al cumplimiento al menos de 8 metas de las 33 que han sido fijadas para el territorio en materia ambiental”. 

En armonía con esta observación, la Corporación le recomendó a la administración local incluir en la parte estratégica y en el plan de inversiones de su plan de desarrollo, las líneas, programas y proyectos definidos para el Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Alta del Chicamocha (POMCA). 

Le recordó, de paso, que el POMCA es un instrumento de mayor jerarquía, y que en él están definidas claramente las responsabilidades de Duitama, incluida la asignación de recursos dirigidos a la protección de la cuenca del río Chicamocha.

También le insistió en la necesidad de realizar la formulación del Programa de Uso Eficiente y Ahorro de Agua (PUEAA) con la evidencia de los proyectos y acciones a desarrollar en materia de prestación del servicio de acueducto, protección y conservación de las fuentes abastecedoras, reducción de pérdidas y sensibilización a los usuarios sobre el uso adecuado del recurso hídrico. 

En materia de protección de fauna silvestre la situación es crítica. Corpoboyacá comprobó que el plan de desarrollo de la ciudad no incluyó proyectos relacionados con conservación de estas especies y llamó la atención frente a la definición de acciones para prevenir prácticas como la cacería, el tráfico y la tenencia ilegal de ejemplares de esta naturaleza. 

La autoridad ambiental hizo especial referencia a la urgente necesidad de evaluar la vocación del uso del suelo y el estado de los títulos mineros existentes para la extracción de caliza, carbón y materiales de construcción, y la generación de estrategias de concertación con quienes se dedican a estas actividades en procura de disminuir su presión sobre los suelos con vocación forestal y agrícola. 

Corpoboyacá reportó igualmente que dentro del diagnóstico del plan de desarrollo no se incluyó el estado actual de la educación ambiental desde el ámbito formal (Proyectos Ambientales Escolares – PRAE) y no formal (Proyectos Ciudadanos de Educación Ambiental – PROCEDA). Consideró que este debe ser el resultado de un proceso de construcción colectiva liderado por el Comité Interinstitucional de Educación Ambiental (CIDEA) “con el propósito de transformar todas las prácticas culturales desfavorables al ambiente y aportar a la calidad de vida de sus habitantes”.

El nuevo alcalde, el que elijan los ciudadanos el próximo 12 de septiembre, deberá prestar especial atención a estos y a otros problemas y conflictos socio – ambientales mencionados en el documento de seguimiento de la autoridad ambiental. De su oportuna atención depende la preparación del territorio a los cambios del clima, a la identificación, conocimiento y gestión del riesgo de desastres, y a garantizar la seguridad alimentaria para la población. 

La decisión está en manos de los electores.   

Documentos de referencia 

– Observaciones y recomendaciones de Corpoboyacá al Plan de Desarrollo de Duitama.

 

– Plan de Desarrollo de Duitama 2020 – 2023 

 

 

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