La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo dijo un día antes de que Colombia entrara en aislamiento preventivo obligatorio: “Los esfuerzos para controlar la pandemia de coronavirus han reducido la actividad económica y conducido a mejoras localizadas en la calidad del aire”.
El organismo internacional no se hace ilusiones, en un pronunciamiento oficial aclaro lo siguiente: “…es demasiado pronto para evaluar las implicaciones para las concentraciones de gases de efecto invernadero que son responsables del cambio climático a largo plazo. Los niveles de dióxido de carbono en las estaciones de observación clave han sido, hasta ahora, más altos que el año pasado”.
Desde la OMM también se reclamó a los gobiernos y a la sociedad demostrar la misma unidad y compromiso que se ha asumido para contener la pandemia del coronavirus, con la acción climática para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“El fracaso en la mitigación del cambio climático podría conducir a mayores pérdidas tanto de vidas como económicas durante las próximas décadas», se advirtió desde la Organización Meteorológica Mundial.
Emisiones a la baja
A través de Airvisual es posible visualizar los niveles de partículas en suspensión (PM-2,5) en cualquier parte del mundo.
Un informe contratado por la organización Carbon Brief, y citado por Naciones Unidas, da cuenta de que “el bloqueo y la reducción de la actividad económica en China condujeron a una reducción estimada del 25% en las emisiones de CO2 durante cuatro semanas”.
El organismo internacional informó además que las observaciones han demostrado reducción significativa en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en China e Italia por las cuarentenas.
“En Italia, una tendencia gradual de reducción de alrededor del 10% por semana durante las últimas cuatro a cinco semanas, ha sido confirmada por observaciones de superficie del Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico de la Unión Europea”, se lee en el documento.
Es preciso aclarar, sin embargo, que los efectos en la atmósfera de lo que está sucediendo en el mundo solo se podrá determinar con el paso de los días, y la OMM lo precisa con la siguiente explicación: “Las emisiones representan lo que pasa a la atmósfera, mientras que las concentraciones representan lo que queda en la atmósfera después del complejo sistema de interacciones entre la atmósfera, la biosfera, la litosfera, la criosfera y los océanos”.
En otras palabras, hoy estamos experimentado una disminución de emisiones producto de la para forzosa de las grandes industrias y el desplazamiento de vehículos en países como China y Estados Unidos a causa del Civd19, pero las concentraciones de emisiones anteriores están presentes en el ambiente.
“El dióxido de carbono permanece en la atmósfera y los océanos durante siglos. Esto significa que el mundo está comprometido con el cambio climático continuo, independientemente de cualquier caída temporal en las emisiones debido a la epidemia de coronavirus”, consideró la Organización Meteorológica Mundial.
¿Y después del coronavirus qué?
La ciudad de Nueva Delhi, en la India, es una de las más contaminadas por las emisiones. Foto: ONU
Aunque se esperaría que los cambios advertidos en el ambiente desde mediados de enero, la baja en la contaminación reportada desde varios lugares de China, Madrid, Barcelona e Italia, donde la ensoñadora ciudad de Venecia ha visto la depuración de sus canales y la presencia de bancos de peces, “los expertos advierten de una posible subida extrema de las emisiones una vez termine la emergencia, tal y como ocurrió después de la crisis financiera del 2008”.
Esta advertencia inquieta. La ONU estima que es demasiado pronto para sacar conclusiones firmes sobre la importancia de esta desaceleración económica en las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero.
Un estudio de Nature Climate Change deja ver que después de la crisis financiera mundial de 2008-2009 siguió un fuerte crecimiento de las emisiones en las economías emergentes, un retorno al crecimiento de las emisiones en las economías desarrolladas y un aumento en la intensidad de los combustibles fósiles de la economía mundial.
Colombia: contaminación crece en el aislamiento
En Bogotá y Medellín, las ciudades colombianas que se han declarado en reiterados estados de emergencia ambiental por la mala calidad del aire, se tenía la esperanza de una reducción en los niveles de contaminación gracias a la baja en la movilidad, sin embargo, la realidad es otra.
Un reporte del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), citado por el periódico El Tiempo, indica que “el material particulado PM 2.5, catalogado como uno de los contaminantes del aire más perjudiciales para la salud, ha predominado en la capital antioqueña”.
Los registros del 26 de marzo así lo evidencian “9 estaciones de PM 2,5 están en naranja y 9 en rojo y el Siata sugiere elevar las medidas restrictivas a nivel de alerta”.
El caso de Bogotá es similar. Al comienzo de la semana, según lo informó El Espectador, la concentración de material particulado prendió de nuevo las alarmas de autoridades y ciudadanos, nueve de las 13 estaciones que monitorean la calidad del aire en Bogotá reportaban “una calidad «regular».
La explicación de los expertos en estos dos casos, el de Medellín y el de Bogotá, es que la situación atmosférica se ha visto impactada por los incendios forestales en el Caribe, la Orinoquia y los llanos de Venezuela.
El caso de Boyacá
Fuente: Corpoboyacá
Desde Corpoboyacá se informó que actualmente se cuenta con ocho estaciones de monitoreo de calidad del aire distribuidas en Sogamoso, Nobsa, Paipa y Tunja. La entidad elabora informes mensuales sobre sus resultados.
entreojos.co conoció que en el caso de la estación Recreo, ubicada en el Parque Recreacional del Norte en Sogamoso, esta registró el lunes 26 de marzo, segundo día del aislamiento obligatorio, un resultado de 23,4 µg/m3 (microgramos por metro cúbico) de PM10 como se define a las partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera.
En altas concentraciones los residuos del PM10 son responsables de enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares y afectaciones severas de pulmón.
En la tabla se puede observar que entre el 5 y el 6 de marzo los microgramos por metro cúbico en ese mismo punto, la estación Recreo, alcanzaron los 67,1 µg/m3, el día 21 de marzo llegaron a 57,1 µg/m3 y el 26 de marzo fueron de 23,4 µg/m3. Un primer análisis concluye que la reducción en la movilidad, producto de la cuarentena, pudo haber contribuido con la disminución del PM10 en Sogamoso.
Los expertos de Corpoboyacá consultados por entreojos.co explicaron que el nivel máximo permisible de PM10 en el aire, para un tiempo de exposición de 24 horas, puede ser de hasta 75 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Así está determinado en la Resolución 2254 de 2017 del Ministerio de Ambiente conocida como la norma de calidad del aire.
Agregaron que el origen de este material particulado es diverso, incide en su presencia las condiciones meteorológicas diarias, la circulación de vehículos particulares y de carga, la actividad de pequeñas y grandes industrias, las quemas, los incendios forestales, incluso el humo proveniente de los asaderos. Otros fenómenos como la inversión térmica y las bajas velocidades del viento contribuyen a que se concentre el PM10 en un territorio. Las lluvias, por el contrario, ayudan a disipar el material.
La inversión térmica, de acuerdo con el portal de la calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid “es un proceso natural que afecta a la circulación del aire en las capas bajas de la atmósfera. Aunque por sí sola no representa un riesgo para la salud, aumenta los efectos de la contaminación atmosférica”
Es preciso señalar que las 8 estaciones que hacen parte de la Red de Calidad del Aire que administra Corpoboyacá miden la presencia de PM10 y cinco de ellas detectan PM 2,5. Otras sustancias que siguen son SO2 (Dióxido de azufre), NO2 (Dióxido de nitrógeno), O3 (Ozono) y CO (monóxido de carbono).
En el suroriente de Boyacá, jurisdicción de Corpochivor, no se cuenta con equipos para evaluar la calidad del aire.