La funcionaria representó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en el acto de conmemoración de los 30 años de Corpoboyacá realizado el pasado lunes 24 de febrero.
Durante su intervención destacó al hecho de que la entidad esté liderada por una mujer, la ingeniera Yeimy Echeverría, y al respecto dijo: “lo que nos recuerda que la equidad de género también en un pilar de la transformación ambiental”.
A continuación resaltó la riqueza ambiental presente en los 87 municipios de la jurisdicción de esta autoridad ambiental territorial. Aludió a los importantes ecosistemas estratégicos para el equilibrio ecológico y el bienestar de las comunidades, a las cadenas de páramos, a los bosques andinos y alto andinos, al bosque seco del Chicamocha y a la selva húmeda tropical del Magdalena Medio Boyacense.
“Son tesoros que debemos preservar, y su interconexión con las macro cuencas del río Magdalena y el Cauca nos exigen una gestión ambiental del agua”.
Abordó asimismo el deber ser de las entidades del Estado frente a la adecuada gestión de los recursos naturales: “La riqueza ambiental de Boyacá demanda un esfuerzo institucional constante para territorializar la política ambiental y fortalecer a la Corporación como autoridad ambiental”.
Sobre el papel de la actual administración de Corpoboyacá y sus resultados, mencionó
la articulación internacional para la formulación del marco común de gobernanza en páramos andinos, presentada en la COP16 y construida junto con expertos de Ecuador, Perú y Venezuela.
Celebró asimismo la reactivación del programa de guardabosques, el fortalecimiento de los viveros para la producción de material vegetal, una tarea debilitada por el ex director Herman Amaya Téllez; y la atención y rehabilitación de la fauna silvestre.
Tatiana Roa dijo no querer obviar algunos de los “los desafíos que aún enfrentamos”: la gobernanza de las áreas protegidas, la articulación de actores con intereses contrapuestos, la conflictividad ambiental, la gestión eficiente de los recursos y la atención oportuna de las denuncias ciudadanas. “Son aspectos en los que se debe seguir avanzando”.
En su discurso confió en la voluntad política, el conocimiento técnico y el compromiso de la comunidad para “consolidar una Corpoboyacá más moderna, eficiente y cercana a la ciudadanía”.
Aprovechó la ocasión para unir la realidad del territorio con el contexto global de los cambios mundiales.
“No podemos olvidar los tiempos en los que vivimos, son tiempos de crisis, crisis sistémica que afecta los cimientos mismos de nuestras sociedades, crisis civilizatoria, que nos desafía a repensar nuestras formas de vida, en la relación con el entorno, y una policrisis global que involucra la crisis climática y de biodiversidad. La crisis del agua, la crisis económica y la crisis de gobernanza. Enfrentar estos desafíos requiere una respuesta colectiva, solidaria y decidida”.
Respuestas diplomáticas
entreojos.co le consultó a la viceministra Tatiana Roa por aspectos puntuales de la conflictividad ambiental de la jurisdicción de Corpoboyacá, y del departamento en general, como el vertimiento de aguas residuales a ríos, embalses y quebradas; la situación de los residuos sólidos y la crisis de los rellenos sanitarios; y la lentitud institucional en la formulación de los planes de manejo de los páramos, entre otras deudas ambientales.
La funcionaria respondió que los temas de saneamiento básico (aguas residuales y basuras) son competencia del Ministerio de Vivienda, y evitó opinar sobre los impactos ambientales asociados a las aguas negras y al incremento de los desechos. El programa Basura Cero del gobierno nacional no ha visto sus efectos en el departamento.
Ante nuestra insistencia sobre cómo retar a las CAR para lograr avances en estas materias, la viceministra dio una contestación políticamente correcta: “En lo que le compete al Ministerio de Ambiente hemos venido trabajando desde la noción del SINA Territorial que implica entender cómo las instituciones , sino como la sociedad también, hacen control social, participativo, que sean voz fuerte para que impulse y fortalezca la gestión ambiental de las Corporaciones Autónomas para que estén acorde a los desafíos ambientales que tienen”.
Sobre este punto concluyó que Corpoboyacá como ente regional de la gestión ambiental tiene la responsabilidad de actuar con urgencia, pero también con visión de largo plazo construyendo resiliencia y fomentando la transición hacia modelos más sostenibles y justos.
Planteó que la Corporación tiene la responsabilidad de articularse con objetivos del Plan Nacional de Desarrollo como la transición energética, la protección de los ecosistemas, la restauración ecológica, el freno a la deforestación, el reconocimiento de la justicia ambiental y la necesidad de una gestión territorial más equitativa. “Debe fortalecer su papel como garante del equilibrio entre desarrollo económico y cuidado de la vida en el departamento”.
Frente a la amenaza que representa para la integridad del Parque Nacional Natural Pisba la apertura de una vía en su interior, y la presunta incidencia del grupo guerrillero ELN sobre las comunidades de la zona para hacerlo, la viceministra dijo que esa realidad ocurre en otros parques nacionales, “una realidad con la que vivimos en un país en conflicto”.
Añadió que “la construcción de paz es la que nos permite llegar a acuerdos para entender en primer lugar que hay una normatividad que nos impide como instituciones autorizar cierto tipo de obras dentro de las áreas protegidas, se deben buscar alternativas en conjunto”.
Mencionó como ejemplo la estrategia puesta en marcha en la Amazonía a través de acuerdos sociales con las comunidades y la disminución importante, según dijo, de la deforestación. Aseguró que ese resultado “es fruto del diálogo y del acuerdo con las comunidades y las diferentes autoridades de los territorios”.
Quisimos saber si tales acuerdos se han pensado para el caso del Parque Nacional Natural Pisba a fin de facilitar la movilidad de las comunidades sin comprometer la integridad del área protegida, y de la Ruta Libertadora. La viceministra no se comprometió con una respuesta específica, dijo que no podía informar al respecto, que no conocía la situación y que el equipo de páramos no hace parte de su viceministerio.
De lo que sí habló ante los medios locales fue de la posición del gobierno nacional en torno a la delimitación del páramo del Cocuy y de la exigencia de la Federación de Parameros del Nororiente de derogar las resoluciones de protección de ese ecosistema y de zonificación de la reserva forestal de Ley 2 de 1959.
Insistió en que el gobierno reafirma su compromiso de diálogo y escucha a las comunidades con el ánimo de avanzar en la protección del nicho paramuno con respeto a los derechos del campesinado.