Leidy Mariana Orduz Acosta y Jeny Catalina Nítola Orduz cursan noveno semestre de Química en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, y recibieron de sus profesores Martha Beatriz Ramírez González y Víctor Hugo Cely Niño el reto de demostrar que un profesional en su área no es solo el que se refugia en un laboratorio sino el que aporta soluciones a los problemas cotidianos.
En 2016, y en el marco de la asignatura de química industrial que orientan los dos educadores, Leidy y Jeny plantearon como propuesta de trabajo la obtención de un plástico comestible para la elaboración de empaques sachet a partir de la caseína de la leche bovina y en ellos se ofrecería café en una presentación parecida a la del té.
Los empaques sachet son bolsas desechables utilizadas para presentar alimentos o bebidas y se caracterizan por su diseño rectangular, su cierre hermético, la superposición de sus láminas y su textura lisa.
Lo novedoso de la innovación presentada por las estudiantes está en que sus empaques son producidos a partir de una proteína de la leche que se conoce como caseína y que es fácilmente digerible pues se desintegra al contacto con el agua.
La idea surgió luego de evaluar el impacto negativo de las bolsas que contienen alimentos o preparaciones como el té y de la necesidad de ofrecer un producto natural e inocuo que no implicara la generación de desechos.
Allí fue donde descubrieron las propiedades de la caseína. Leidy y Jeny empezaron a buscar bibliografía que orientara su indagación y a partir de la información obtenida se dedicaron a conseguir la materia prima y a realizar las pruebas de rigor en el laboratorio de la Universidad.
Al principio la consistencia de las láminas de caseína obtenidas era o demasiado líquida, o aceitosa o sumamente rígida. Luego de revisar una y otra vez el estado del arte, de consultar con sus profesores y de intentarlo en repetidas ocasiones finalmente obtuvieron el bioplástico comestible.
Con la meta inicial alcanzada continuaron con la fase de empaquetamiento del café a partir de las normas de seguridad y salubridad sugeridas para la manipulación de alimentos. Como se trata de una iniciativa que busca potenciar la economía regional acudieron a la empresa boyacense Café Suamox con la cual convinieron el suministro del granulado que finalmente fue exhibido en los novedosos empaques sachet y que bautizaron como KafeiPlas.
Respaldo académico
El plástico comestible para el uso de empaques sachet a partir de la caseína de la leche bovina es apenas uno de los diversos proyectos impulsados desde el Grupo de Investigación en Ecoeficiencia, Innovación y Productos Naturales de la UPTC que, de acuerdo con la explicación dada por los profesores Martha Beatriz Ramírez González y Víctor Hugo Cely Niño, desarrolló una innovación para la formación por competencias del químico denominada encadenamiento curricular hacia la química verde.
“El encadenamiento fue diseñado en términos de unidad de competencia, basado en estrategias de enseñanza, aprendizaje y evaluación, aplicado en el curso de química industrial de octavo semestre, a través de siete semestres y con más de 50 productos desarrollados y emprendidos”, destacaron los educadores.
Este “encadenamiento curricular hacia la química verde” se transformó en la tesis doctoral de la profesora Martha Ramírez en desarrollo de su doctorado en educación y sus avances han recibido reconocimientos internos de la Universidad y han dado lugar a cinco ponencias en eventos internacionales en México y Venezuela.