Un programa denominado ‘Minería para el desarrollo sostenible’, incluido en el Plan de Desarrollo de Togüí, prendió las alarmas en este municipio de la provincia de Ricaurte caracterizado por su potencial hídrico, y hoy castigado por el estigma que representó la presencia de varios casos de coronavirus. Sus vecinos le cerraron las puertas.
En medio de la preocupación por la presencia del virus en esta localidad, de aproximadamente cinco mil habitantes, algunos ciudadanos advirtieron en el plan de desarrollo que estudia el Concejo Municipal una grieta por la cual se le daría vía libre a la minería.
La situación provocó la reacción de varios sectores de la población, entre ellos la Corporación Ambiental Unidos por el Ubazá (Caupu) y la Asociación Campesina Unidos por Togüí y sus Comunidades (Ascamutoco). En un comunicado conjunto las dos organizaciones expresaron que la inclusión de manera desacertada en el texto del plan de desarrollo de un componente minero “desconoce la realidad económica, social y cultural de un municipio principalmente agropecuario”.
Destacaron el compromiso de las personas que se percataron del hecho y lo atribuyeron a los procesos de empoderamiento comunitario promovidos en la población. Pidieron al concejo y la alcaldía retirar del articulado el ‘Programa 7.4.1.2 Minería para el desarrollo sostenible’, y al tiempo reclamaron de estas entidades la participación efectiva de la comunidad en el estudio del documento guía de los destinos de Togüí entre 2020 y 2023.
No habrá minería
Germán Sánchez Sánchez, alcalde gracias a una alianza entre los partidos Verde y Liberal, aseguró que todo se trató de un error en la redacción del documento enviado al concejo. “Allí se habló de explotación y lo que se pretende es aprovechar el material de canto rodado (fragmentos de rocas sueltos arrastrados por la fuerza del agua) ubicado en el cauce del río Pescadero”.
Describió que así se evitará la interrupción del curso del agua y se podrá utilizar la piedra suelta en labores de afirmado y arreglo de las vías veredales. “Ya se está haciendo la corrección correspondiente en el Plan de Desarrollo”, aseguró.
Mencionó que como ingeniero agrónomo valora la importancia de los recursos naturales y se refirió a su empeño por reducir el uso de plaguicidas en las labores del campo, y la propuesta de autosuficiencia en las fincas con el fin de aprovechar los recursos generados por la parcela, inclusive para la elaboración de abonos orgánicos, el regreso al trueque y los mercados campesinos.
Una vez subsanado el error respecto al concepto de la minería en el plan de desarrollo, Sánchez Sánchez sostuvo que su administración invertirá recursos en la adquisición de predios estratégicos para la provisión de agua con destino a los acueductos de las veredas y del casco urbano.
Agroecología y ecoturismo
Togüí es considerado como el “pulmón hídrico de la provincia de Ricaurte” y su ubicación es determinante para surtir a sus vecinos entre ellos el municipio de Gámbita, Santander. Sus bosques y corrientes de agua tienen comunicación con el Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonse o Parque Nacional Virolín, la Serranía del Peligro, el páramo de Avendaños y el Santuario de Fauna y Flora de Iguaque.
El alcalde de Togüí insistió en su compromiso con los recursos naturales, mencionó iniciativas dirigidas al cuidado de las cuencas y a la actualización del esquema de ordenamiento territorial “desde el cual vamos a blindar al municipio para que no vaya a entrar aquí la minería, queremos apostarle a una producción sostenible a partir de la agricultura y la ganadería”.
Se refirió a varias concesiones mineras vigentes en la localidad vinculadas a silicio, carbón y piedra caliza, sin embargo, señaló que en la mayoría de los casos se encuentran en etapa de vencimiento porque no se concretaron las explotaciones, entre otras cosas por el rechazo de la comunidad.
Germán Sánchez Sánchez aseguró que buscará la asesoría del Sena para implementar procesos de formación en agroturismo y ecoturismo con el fin de fortalecer estos sectores económicos y motivar a los jóvenes a quedarse en el campo y garantizar así condiciones apropiadas para el bienestar y la seguridad alimentaria de las familias que viven en la ruralidad.