A través de una comunicación remitida al Tribunal Superior de Santo Rosa de Viterbo, en donde se estudia una tutela mediante la cual se piden acciones concretas para proteger al lago de Tota, el representante de la Corporación Guaman Poma, Juan Sebastián Porras Sánchez, dio a conocer que luego de un análisis cartográfico realizado a través de la herramienta OpenStreetMap se logró establecer la “existencia de 37 posibles socavones: 1 en jurisdicción de Aquitania y 36 en jurisdicción de Sogamoso”.
Porras llama la atención además sobre el hecho de que todos los títulos mineros y los posibles socavones se encuentran dentro de la Zona de Páramo Tota-Bijagual-Mamapacha, delimitado por el Ministerio del Medio Ambiente en 2016.
El ejercicio de mapeo, evidenció, según la denuncia, “la afectación a la microcuenca del río Hatolaguna, afluente directo del Lago de Tota” tal como lo respalda el Colectivo por la Protección de la Provincia de Sugamuxi a través de la siguiente gráfica.
Como complemento la Corporación Guaman Poma presenta una tabla con información de títulos mineros activos y terminados en el área de la microcuenca del río Hatolaguna y en ella resalta que solo dos títulos mineros, los GCG-141 y FHO-112 a cargo de Luis Alejandro Fernández Álvarez, cuentan con licencias ambientales otorgadas por Corpoboyacá y con la aprobación por parte de la Agencia Nacional de Minería (ANM) de los respectivos programas de Trabajos y Obras (PTO) y de Trabajos e Inversiones (PTI).
La indagación adelantada por Guaman Poma y el Colectivo por la protección de la Provincia de Sugamuxi, a través del aplicativo Anna Minería de la ANM, no permitió “identificar si los títulos mineros terminados FLS-11C e IG9-15441 (relacionados con explotación de carbón) realizaron una adecuada clausura de sus actividades, o si al igual que como acontece con el título minero activo 01-079-96, estas también presentan pasivos ambientales derivados de la generación de drenajes ácidos mineros”.
En su comunicación al Tribunal Superior de Santa Rosa de Viterbo, Juan Sebastián Porras describe que los títulos mineros anteriormente citados “carecen de licencia ambiental y de los programas de Trabajos y Obras y de Trabajos e Inversiones” como lo dispone la normatividad minera, y concluye “Es altamente probable que dichos drenajes estén siendo generados actualmente, constituyéndose así en una fuente de contaminación adicional por metales pesados para el lago de Tota”.
Una mina en evidencia
Localización del drenaje ácido con respecto al Lago de Tota, el Río Hatolaguna y la empresa Acuatrucha. (Imagen: Colectivo por la Protección de la Provincia de Sugamuxi a partir de Google Earth).
A través de un recorrido por la zona, los integrantes de Guaman Poma y del Colectivo por la protección de la Provincia de Sugamuxi lograron identificar el impacto generado por una mina activa identificada con el título 01-079-96.
Esta exploración fue respaldada por un trabajo de fotointrepretación de imágenes satelitales a partir del cual se identificó un drenaje ácido en la parte baja de la microcuenca del río Hatolaguna, afluente directo del lago de Tota.
Mediante el rastreo de la temporalidad de las imágenes satelitales, se calcula que el drenaje ácido proveniente de la mina de carbón en referencia viene ocurriendo desde hace 10 años.
“Mediante recorrido de campo, el 3 de enero de 2021 miembros del Colectivo por la Protección de la Provincia de Sugamuxi visitaron la zona, primero para confirmar que el drenaje ácido provenía de una mina de carbón, y segundo para recabar evidencia fotográfica. Según información de los vecinos del drenaje ácido, esta mina de carbón está abandonada hace más de veinte años. Señalaron que las aguas del río Hatolaguna eventualmente las usan para riego, y nunca para consumo humano”, se lee en la carta enviada al Tribunal Superior de Santa Rosa de Viterbo.
El Colectivo concluye que las tonalidades rojizas y anaranjadas identificadas en el agua indican la presencia de pirita, y posiblemente de metales pesados, y agrega que junto al hecho de que en el sector se explotó carbón, según lo manifestado por los vecinos y la presencia del título minero 01-079-96, es posible concluir que se trata de un drenaje ácido con conexión al río Hatolaguna y al lago de Tota.
Este material presentado al Tribunal respalda las pruebas aportadas en 2020 por la Fiscalía General de la Nación, las que motivaron la tutela de la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales ante la alarma por la presencia de plomo en el agua del lago de Tota, embalse del cual dependen los acueductos de al menos seis municipios de la provincia de Sugamuxi.
Desde la Corporación Guaman Poma y el Colectivo hicieron énfasis en lo siguiente: “el hallazgo evidenciado a partir del robusto ejercicio cartográfico, corroborado por la visita a campo, trata sobre un drenaje ácido y esto es porque la mayor parte del azufre inorgánico presente en los carbones reside en la pirita (FeS2) en forma macroscópica como microscópica (Baruah et al., 2006). La pirita se encuentra a menudo asociada a elementos peligrosos como Arsénico (As), Cadmio (Cd), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Plomo (Pb), Mercurio (Hg) y Cinc (Zn) (Dutta et al., 2017).”
Juan Sebastián Porras Sánchez, quien en representación de la Corporación Guaman Poma se sumó a la tutela radicada por la Procuraduría, pidió al Tribunal de Santa Rosa de Viterbo, solicitar a la Agencia Nacional de Minería (ANM) y a Corpoboyacá presentar una evaluación de los impactos de la exploración y la explotación de minerales en la cuenca del lago de Tota.