De acuerdo con lo reportado por miembros de la comunidad, y confirmado por voceros de la empresa Maurel & Prom, el pasado 12 de julio se iniciaron los trabajos de adecuación de la plataforma del pozo Zorro 1, en el sector Sika, de la vereda Reyes Patria del municipio de Corrales.
El 11 de octubre de 2021 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) le otorgó a la petrolera francesa la licencia para el Área de Perforación Exploratoria COR-15, en jurisdicción de los municipios de Betéitiva, Busbanzá, Corrales y Tasco, decisión que fue ratificada a través de la Resolución 00335 de febrero 2022.
Zorro 1 es una de las seis locaciones o plataformas que la empresa está autorizada a adecuar en el área indicada por la licencia ambiental, sin embargo, para asegurar en legalidad la presencia de máquinas y operarios, y las labores de descapote y limpieza, la compañía debe tener de manera complementaria la aprobación del Plan de Manejo Arqueológico de parte del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) para cada una de las plataformas.
Laura López Estupiñán, arqueóloga independiente y asesora del Colectivo por la Protección de la Provincia de Sugamuxi, relató que, al ser advertida por la comunidad sobre la presencia de personal en la zona, se desplazó a la vereda Reyes Patria para verificar la información y validar la existencia y aprobación, o no, del Plan de Manejo Arqueológico para esta locación.
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Describió que el 15 de junio el ICANH expidió la Resolución 972 a través de la cual se aprobó el programa de arqueología preventiva. La empresa lo confirmó al notificar la autorización para el desarrollo del Plan Arqueológico de Prospección y su ejecución estuvo a cargo de un arqueólogo, quien, según explicó un vocero de la petrolera, a través de la técnica de malla de puntos descartó la presencia de vestigios indígenas o material arqueológico relevante, razón por la cual se ordenó el inicio de los trabajos.
Laura López y el Colectivo advirtieron que en el artículo 4º de la Resolución 972 del ICANH está clara la advertencia de que las obras no podrán comenzar hasta tanto no esté aprobado el Plan de Manejo Arqueológico. Ante esta evidencia reportaron la situación al Instituto Colombiano de Antropología e Historia que el viernes 15 de julio desplazó hasta el lugar a una funcionaria para verificar la situación y al comprobar la explanación ordenó suspender la intervención.
En consecuencia, Maurel & Prom, según se precisó, no puede continuar con sus labores ni con ninguna remoción ni alteración del paisaje ni en la vía de acceso, que es una servidumbre, ni en el predio donde se pretende adecuar la plataforma petrolera. Deben esperar a tener el diagnóstico completo del potencial arqueológico en el área.
“Lo que sabemos es que apenas están en la fase de diagnóstico y prospección, pero no cuenta con el plan de manejo arqueológico aprobado, eso mismo ocurrió hace 8 años”, recordó Laura, en referencia a que en Tota y Pesca se presentó una situación similar en las áreas donde se iban a construir las locaciones para los pozos Bachué, Suamox y Balsa como parte del proyecto petrolero Área de Interés Exploratorio – AIE- Muisca. En esa ocasión, dijo la asesora del Colectivo, “la ANLA y el ICANH les iniciaron procesos sancionatorios”.
entreojos.co consultó con representantes de la empresa quienes admitieron la situación y aceptaron haber omitido entregar de manera oportuna los resultados del Plan Arqueológico de Prospección. Informaron que esperarán a que el ICANH les conceda el permiso correspondiente para proceder con la adecuación de la locación.
Más vestigios indígenas
Laura López Estupiñán, quien ha hecho parte del Grupo interdisciplinario de investigaciones arqueológicas e históricas de la UPTC, recordó que su preocupación, la del colectivo y de la comunidad científica es que en donde se pretende adecuar la plataforma del Pozo Zorro 1 se encuentren vestigios indígenas.
Indicó que a dos kilómetros de este lugar se localizan los petroglifos del Nicho de Bujio, un hallazgo prehispánico reportado por el arqueólogo español José Pérez de Barradas, en 1941, y documentado en el libo Arte rupestre en Colombia.
Sostuvo además que de este punto, a una distancia de entre tres y cinco kilómetros, aproximadamente, en la ruta hacia Tasco, también hay evidencia de pictografías. Esta es la razón por la cual pidieron la intervención del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y reclamaron de la empresa el acatamiento de las normas vigentes en relación con respetar las zonas de exclusión definidas en la licencia ambiental y contar con todos los documentos en regla, incluido el Plan de Manejo Arqueológico aprobado
