La buena noticia es que las autoridades ambientales del departamento, incluida la Gobernación, impulsan acciones de preservación de los páramos, los bosques y las fuentes de agua. Así está previsto en sus planes de acción y de desarrollo y así lo evidencian noticias como la de los $15.132 millones que aprobó el OCAD de Ciencia, Tecnología e Innovación para el programa Boyacá Bio.
La mala noticia es que a diferencia de lo que ocurre en otras regiones del país o en áreas protegidas como el Santuario de Fauna y Flora de Iguaque, operado por Parques Nacionales Naturales, la mayor parte de las zonas de reserva natural que administra el Estado en Boyacá no disponen de los servicios indispensables para garantizar su adecuado y responsable aprovechamiento.
Y a esta realidad se suma el evidente desconocimiento sobre la importancia de los recursos naturales entre quienes practican deportes de aventura o se dedican a recorrer por gusto los páramos como ocurrió recientemente en Rabanal o la circunstancia que provocó el cierre del Parque Nevado El Cocuy hace un poco más de un año.
Ante este panorama se hace indispensable diseñar estrategias que permitan un adecuado uso de los recursos naturales con fines ecoturísticos y así lo entiende el director de Planeación de Boyacá, Herman Amaya Téllez, líder del programa Boyacá Bío, y quien recientemente, en compañía de un grupo de expertos, recorrió la Reserva Forestal Protectora Laguna del Cacique Guatavita, en Sesquilé, Cundinamarca.
El propósito de la visita a este parque natural, que administra la CAR, era conocer la estructura administrativa y los servicios disponibles para tomarlos como modelo de lo que podría ser una buena práctica ecoturística en el departamento.
Los parques de la CAR
El Parque Ecoturístico Embalse El Hato está ubicado entre Ubaté y Carmen de Carupa en Cundinamarca./ Foto: CAR
La Corporación Autónoma Regional – CAR- autoridad ambiental de Cundinamarca y de cinco municipios de Boyacá, administra seis parques que están acondicionados para la presencia de visitantes: el Parque Embalse Neusa, el Parque Río Neusa, el Parque Puente Sopó, el Parque Embalse El Hato, el Parque de la Laguna del Cacique de Guatavita y el Parque Juan Pablo II, en Chiquinquirá.
entreojos.co entrevistó a Andrea Real, directora de Parques de la CAR, para explorar las características del sistema de operación de estas áreas de reserva.
En primer lugar explicó que los parques funcionan como aulas ambientales abiertas en donde los visitantes pueden aprender sobre la importancia de la naturaleza, realizar turismo contemplativo o practicar deportes bajo unas claras normas de convivencia.
Cada parque tiene su connotación ambiental y su particular oferta de servicios. En el Embalse Neusa, por ejemplo, se dispone de espacios para camping, hornillas, senderos y botes para la navegación. En el Parque Río Neusa y en el del Embalse El Hato también es posible acampar y realizar caminatas por los senderos, mientras que parques como Sopó o Juan Pablo II están diseñados para encuentros familiares o institucionales. El Juan Pablo II sirve además de marco para peregrinaciones religiosas, especialmente en Semana Santa.
Guatativa cuenta además con un ingrediente cultural por el contexto mitológico que representa la leyenda de El Dorado y la preponderancia del Cacique Muisca que gobernó al pueblo que ocupó la Sabana de Bogotá. Allí se dispone de guías y relatores nativos que se encargan de orientar e instruir a los caminantes.
Sobre las características de quienes acuden a los parques, Andrea Real sostuvo que todos los turistas son diferentes. Los que recorren la Reserva Forestal Protectora Cacique de Guatavita son personas muy cultas que llegan atraídos por su valor ancestral y en general tienen un buen comportamiento.
Los que frecuentan las demás áreas son de otro perfil, abandonan sus desperdicios y acuden con equipos de sonido lo que altera la tranquilidad de la fauna y de quienes buscan descanso y tranquilidad. Para corregir este tipo de situaciones, la CAR trabaja en el diseño de planes de interpretación con el fin de asegurar que el turista comprenda la importancia de cada ecosistema y aprenda a valorarlo.
En cuanto a la relación con los municipios en cuya jurisdicción está cada una de las área de reserva, la directora de parques de la CAR indicó que se trabaja con los gobiernos locales para que sus políticas en materia de ecoturismo se articulen con las particularidades de cada parque y se promueva la educación ambiental y el conocimiento de la fauna y la flora.
Parques Naturales en Boyacá
El Parque Natural Regional Siscunsí – Ocetá, en la provincia de Sugamuxi, es una de las áreas que dispone de Plan de Manejo Ecoturístico por implementar.
El departamento es privilegiado por poseer en su territorio cuatro Parques Nacionales Naturales administrados por el Ministerio de Ambiente a través de una unidad especial:
– Santuario de Fauna y Flora de Iguaque (único que dispone de infraestructura para el ecoturismo).
– Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonce
– Parque Nacional Natural El Cocuy
– Parque Nacional Natural de Pisba
De 2010 a la fecha se han declarado siete parques naturales regionales en la jurisdicción de Corpoboyacá:
– Parque Regional Natural Serranía de las Quinchas
– Parque Regional Natural Serranía El Peligro
– Parque Regional Natural El Valle o La Vega
– Parque Regional Natural Pan de Azúcar –El Consuelo
– Parque Regional Natural Cortadera
– Parque Regional Natural Páramo de Rabanal
– Parque Regional Natural Siscunsí – Ocetá
Hugo Díaz, biólogo y coordinador del Sistema de Áreas Protegidas de Corpoboyacá, detalló que de estos siete parques regionales naturales los de Serranía de las Quinchas y Siscuncí – Ocetá disponen de un plan de manejo ecoturístico que espera ser ejecutado una vez se disponga de los recursos necesarios para dotarlos de la infraestructura y los servicios indispensables.
Corpochivor, al suroriente del departamento, avanza en la ejecución del proyecto denominado ‘Fortalecimiento y Desarrollo Sostenible de Actividades Ecoturísticas en los Páramos’. De la mano de esta iniciativa, y en convenio con la UPTC, actualmente se ofrece un diplomado en guianza turística especializada.
En esta zona de Boyacá se han adecuado al menos 11 senderos en 10 municipios:
– ‘Camino de las Artesanías’, en Tibaná
– ‘El Juncal, la maravilla del Mama Pacha’, en Garagoa
– ‘La Cestería’, en Sutatenza
– ‘Camino Real La Guaya’, en Tenza
– ‘Historia y desarrollo turístico de Turmequé’, en Turmequé
– ‘Parque Municipal Sinaí’, en Pachavita
– ‘Esplendor Guayatuno’, en Guayatá
– ‘Renacer Tegua’ y ‘Camino Tegua’, los dos en Campohermoso
– ‘La Esmeralda’, en Macanal
– ‘La Cristalina’, en Santa María
A pesar de las declaratorias de los parques regionales, de los planes de manejo formulados para los páramos, de la demarcación de senderos en algunas zonas del departamento y de las capacitaciones, las áreas protegidas de Boyacá no cuentan hoy con la dotación indispensable para el ejercicio de un ecoturismo ambientalmente responsable.