El ordenamiento territorial de Tibasosa privilegia la producción agropecuaria.

El dilema entre la energía solar y la producción agropecuaria en Tibasosa

La Alcaldía advierte que los proyectos Matarredonda y Bochica podrían poner en riesgo la seguridad alimentaria y el empleo rural.

“Las energías limpias son importantes para hacerle frente al cambio climático, sin embargo, es necesario que su instalación se realice en áreas en donde su infraestructura no genere daño a la naturaleza ni al suelo productivo”.

Con esta afirmación la alcaldesa de Tibasosa, Gloria Palacios Guastar, sentó su posición frente a los proyectos Matarredonda y Bochica que han puesto su mirada sobre 175 hectáreas del Valle de Iraka, el área de cultivos más importante de este municipio de la provincia de Sugamuxi. “En las partes altas tenemos problemas de agua y el área de mayor producción es la del Valle”.

La jefa del gobierno local sostuvo que en reiteradas oportunidades su administración le ha hecho ver a los directivos de las empresas ABO Wind AG, responsable del Proyecto de Energía Solar Fotovoltaica Bochica; y MPC Energy Solutions Colombia a cargo del Parque Solar Matarredonda, la inconveniencia de ejecutar sus inversiones en esa área. También les ha expuesto su preocupación a Corpoboyacá, a la Gobernación y a la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios.

Daniela Nausa Patiño, secretaria de Desarrollo y Medio Ambiente de la Alcaldía, describió que el proyecto Matarredonda cobijaría los sectores Salitrico, La Estación, San Luis y Providencia de la vereda Suescún; y Santa Teresa, de la vereda Peña Negra.

La funcionaria comentó que ante la Personería Municipal se han presentado varias quejas de miembros de la comunidad preocupados por la incidencia de la infraestructura energética cerca de sus predios. 

El proyecto Bochica abarcaría el sector El Río de la vereda Patrocinio, además de Río Chiquito y Providencia. 

De los dos proyectos se conoce que solo Bochica ha radicado ante Corpoboyacá una solicitud formal de trámite de licencia ambiental. Matarredonda se halla en fase de socialización. 

Gloria Palacios Guastar, la alcaldesa, dijo que son varias las preocupaciones que la inquietan frente a los pretendidos proyectos de energía solar fotovoltaica: que se intervenga el área destinada a la producción de alimentos, que se reduzca la oferta de trabajo para quienes se dedican a cultivar, que la instalación de los 45 mil paneles provoquen daños al suelo, a las fuentes de agua y a la salud humana por el uso de materiales como cadmio, plomo y litio, y que se afecten las redes del Distrito de Riego del Alto Chicamocha, instaladas precisamente para favorecer a los agricultores.

Ese mismo desvelo lo comparte el gerente encargado de Usochicamocha, Horacio Pachón, quien detalló que en el subsuelo del Valle de Ikara opera una compleja red de tubería principal y secundaria a través de la cual se distribuye el agua para la hidratación de los cultivos. Usochicamocha tiene a su cargo la operación de ese Distrito de Riego.

Pachón recordó que antes de la entrada en operación del distrito, la única zona productiva de Tibasosa era el sector de San Rafael. Cuando la red llegó al resto del Valle las cosechas florecieron y junto a ellas el empleo para cientos de trabajadores del campo.

Sobre la intervención del suelo para el cableado de los paneles, si el proyecto de energía solar llegará a ser licenciado, el gerente encargado de Usochicamocha expresó su inquietud por la eventual afectación de la tubería. “La infraestructura del distrito está ubicada a unos 50 o 60 centímetros de profundidad y puede haber riesgo de daño”.

Según datos de Usochicamocha, los cultivos con mayor tierra ocupada son las hortalizas con 419 hectáreas, la cebolla de bulbo con 308 hectáreas, el tomate con 117 hectáreas y la papa con 93 hectáreas . El área destinada a pastos se estima en 4.330 hectáreas. 

Los límites del ordenamiento territorial

En la zona a intervenir por el proyecto de energía solar Matarredonda está instalada la infraestructura del distrito de riego.

La alcaldesa Gloria Palacios fue enfática en advertir que el Esquema de Ordenamiento Territorial de Tibasosa, cuya más reciente actualización fue aprobada el pasado mes de diciembre, impide que en el Valle de Iraka se ejecuten proyectos industriales y de instalación de grandes infraestructuras.

De acuerdo con lo expuesto en el documento que regula el uso del suelo, allí solo es posible adelantar actividades de tipo agropecuario, esenciales para la subsistencia de la comunidad de la zona y para la pervivencia de la a avifauna local. 

La alcaldesa reiteró que su gobierno no se opone a proyectos de energías limpias, sin embargo, estimó conveniente asegurar que estos no generen impactos ambientales ni sociales. Planteó como alternativa algunos sectores de las veredas La Carrera y Patrocinio altamente intervenidos por la minería y la explotación de piedra caliza.

Sobre la posición de la administración departamental, Gloria Palacios describió haber participado en varias reuniones con funcionarios de las secretarías de Ambiente y Minas de la Gobernación en las que percibió “que hay apoyo hacia las empresas… ellos plantean la necesidad de estos proyectos con el argumento de que necesitamos energía”.

Palacios se refirió adicionalmente al impacto paisajístico del proyecto. «Los turistas admiran nuestro municipio, aprecian el verdor de sus campos y con un proyecto como este el panorama cambiaría completamente». 

En el sector El Salitrico se pueden ver pancartas en las que se rechaza la instalación de paneles solares y se exige respeto por la vocación productiva del territorio.

En una sesión del concejo de Tibasosa, realizada el pasado 3 de mayo, se le preguntó al responsable del área social de la empresa, Juan Carlos Valencia, su opinión sobre las restricciones impuestas por el Ordenamiento Territorial. Valencia eludió el tema con explicaciones técnicas no asociadas directamente a este punto específico.

entreojos.co consultó posteriormente, a través de correo electrónico, a los responsables del Parque Solar Matarredonda por este asunto.  Su respuesta fue la siguiente:

“La implementación de Proyectos de energías renovables es muy reciente en Colombia y por este motivo es normal que los Planes /Esquemas de Ordenamiento Territorial de los municipios no consideren este tipo de desarrollos. La correcta implementación de estos proyectos, conlleva a potencializar la vocación local por medio de un plan de inversión social, estructurado y alineado con el plan de desarrollo municipal, los objetivos de desarrollo sostenible y las necesidades socio-económicas identificadas en el área de influencia durante la vida útil del proyecto”.

¿Y el concejo municipal?

En el Concejo de Tibasosa se expuso el proyecto de energía solar fotovoltaica.

Leonardo Bernal, concejal del Partido Verde, destacó el papel del cabildo al generar los espacios para escuchar a todas las partes involucradas, a la empresa, a la comunidad, a la administración y a los expertos.

En la sesión del martes 17 de mayo la mesa directiva del Concejo de Tibasosa invitó al director del Centro de Gestión de Investigación y Extensión de la UPTC (CIFAD), Edwin Gómez Pachón; y al director de la Escuela de Ingeniería Electromecánica de la misma institución, Edgar Tibaduiza Rincón.

“Proponemos que la empresa presente de manera amplia el proyecto para que toda la comunidad escuche el alcance del mismo”, dijo Bernal, y agregó: “le estamos poniendo el ojo porque de una u otra forma va a incidir en las labores agropecuarias del municipio”.

Se refirió a la especial condición del Valle de Iraka para producir alimentos, “es nuestra despensa agrícola y allí hay inversión grande en el Distrito de Riego del Alto Chicamocha”.

Bernal dijo que se han venido informando de efectos negativos como los microclimas vinculados a la instalación del complejo de paneles, la presencia de desechos industriales y la amenaza que podría generar este escenario para las aves endémicas y migratorias.

Los argumentos de la empresa

El equipo del Parque Solar Matarredonda durante la exposición del proyecto en el Concejo Municipal.

Los responsables del proyecto Matarredonda aseguraron durante la sesión del cabildo local que no van a impactar el territorio ni a generar desplazamiento de comunidades. Indicaron que la zona a intervenir es de 50 hectáreas “sin presencia de recursos naturales o de cuerpos de agua. Es una zona que se puede intervenir”.

Juan Esteban Hernández, representante legal de la empresa, dijo que los materiales con los que se construyen los módulos fotovoltaicos están libres de elementos tóxicos. Sobre la energía a generar señaló que la red solar tiene capacidad para producir 50 mil megavatios con los cuales es posible atender el consumo de 25 mil hogares.

En relación con los beneficios de capturar y distribuir la energía proveniente del sol, argumentó que con este sistema se evita la emisión de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono (C02) a la atmósfera durante el tiempo de operación de la planta, estimado en 25 años.

Le formulamos otros interrogantes a la empresa y esto fue lo que nos respondieron:

¿Lo expuesto en el ordenamiento territorial podría limitar la ejecución del proyecto en esta zona del municipio?

Un proyecto articulado con los grupos de interés, partiendo de la administración municipal, deberá generar sinergias de manera que la inclusión de estos proyectos en el EOT/POT se alineen con la carta de navegación del municipio a través de su plan de desarrollo municipal.

¿Se han considerado otros lugares en Tibasosa o en el departamento de Boyacá para ejecutar el proyecto?

Efectivamente, se hicieron varios análisis y evaluaciones considerando los diferentes aspectos sociales, ambientales, técnicos, arqueológicos, y prediales lo que condujo a la selección actual de la ubicación del proyecto.

¿La empresa responsable del proyecto Matarredonda, o alguno de sus accionistas, celebró o ha celebrado algún tipo de convenio o acuerdo de cooperación con la Gobernación de Boyacá o con alguna otra entidad estatal del orden regional o local para el desarrollo de proyectos de energía solar fotovoltaica?

No, ninguno. A la fecha, el Parque Solar Matarredonda no ha celebrado ningún convenio de cooperación con la Gobernación de Boyacá u otra entidad estatal o regional para el desarrollo de energía solar fotovoltaica.

¿Cuántas reuniones de socialización ha realizado el proyecto Matarredonda en el área de influencia, en qué sectores y con cuánta asistencia de personas de la comunidad?

Se inició un proceso de socialización desde el año 2021 con los diferentes grupos de interés, incluidas las comunidades. Atendiendo las recomendaciones de la administración municipal, durante la socialización del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), se procedió a avanzar con el equipo técnico multidisciplinario de la alcaldía para luego continuar con las socializaciones en las comunidades. Hasta el momento se han realizado más 20 reuniones /conferencias en su mayoría con la alcaldía para luego continuar el trabajo que se inició con las comunidades del área de influencia del proyecto en 2021.

¿Qué tipo de efectos negativos colaterales podría generar un proyecto de energía solar fotovoltaica del pretendido en Tibasosa sobre el suelo, el agua y la avifauna del Valle de Iraka?

Los actuales impactos y medidas de manejo que se tienen establecidos en el EIA se encuentran en revisión (Taller de identificación de impactos) con la administración Municipal y la Gobernación y que posteriormente serán revisados y socializados con las comunidades y demás grupos de interés.

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