La rana Pristimantis mnionaetes, localizada en el páramo de Bijagual, está en peligro de extinción. Imagen: Lucas Ferrante.

Diversidad biológica en el páramo y el bosque alto andino boyacense

Investigadores del Instituto Alexander von Humboldt identificaron especies en riesgo de extinción y otras endémicas del departamento.

Luego de varias semanas de trabajo y muchas horas de camino, de madrugada, en el transcurso del día, en la noche, bajo la intensidad del rayo solar o expuestos a las bajas temperaturas propias de la alta montaña, especialistas de ocho grupos biológicos, en compañía de campesinos de los 28 municipios recorridos en el marco de la expedición Boyacá Bio, realizaron un inventario de plantas, aves, anfibios, reptiles, hongos, insectos, mamíferos y peces 

El resultado de estas jornadas se concretó en un informe detallado sobre las especies halladas, sus características, su importancia tanto por su estado de vulnerabilidad o de amenaza, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), o por ser endémica de Boyacá o Colombia. La condición de endémica se le asigna a una especie de planta o de animal silvestre que solo se encuentra en un territorio específico.

En el reporte consolidado por los científicos del Instituto Humboldt, con el apoyo de profesionales de la UPTC y de miembros de la comunidad, se detalló el número de especies en los páramos Bijagual, Rabanal, El Consuelo, Pisba, Ocetá, el Valle y Pisba.

El informe sobre el páramo de Bijagual, localizado en la provincia de Márquez, reporta la presencia de 156 especies de plantas vasculares, 106 de musgos y hepáticas, 66 de aves, cinco de anfibios y cinco de reptiles. La rana Pristimantis mnionaetes está en peligro de extinción.

La expedición Boyacá Bio recorrió 28 municipios de Boyacá. Foto: Felipe Villegas

En el páramo de Rabanal, en Samacá, dieron cuenta de 158 especies de plantas vasculares, 138 de musgos y hepáticas, 57 de aves, dos de anfibios y cuatro de reptiles. Allí catalogaron a una piñuela (Greigia collina) como nuevo registro para el departamento, eso quiere decir que hasta la fecha esta no había sido descrita por la ciencia regional.

Del páramo El Consuelo, en Belén, se informó sobre la presencia de 255 especies de plantas vasculares, 117 de musgos y hepáticas, 73 de aves, tres de anfibios, tres de reptiles, 12 de mamíferos, dos de escarabajos y dos de peces.

El recorrido por el páramo de Ocetá, localizado entre Mongua, Monguí, Sogamoso y Aquintania, permitió observar 250 especies de plantas vasculares, 31 géneros de musgos y hepáticas, 82 de aves, cuatro de anfibios, dos de reptiles, 11 de mamíferos, 13 de escarabajos y cuatro de peces.

En el páramo El Valle, en Cómbita, el hallazgo fue de 270 especies de plantas vasculares, 50 de musgos y hepáticas, 94 de aves, seis de anfibios, cuatro de reptiles, 18 de mamíferos, 6 de escarabajos y cinco de peces. Allí se registró la culebra sabanera (Atractus crassicaudatus), una especie endémica de la cordillera oriental.

Del páramo de Pisba, uno de los complejos de alta montaña más importantes del país, por su aporte hídrico tanto a Boyacá como a la Orinoquía, se informó sobre el reconocimiento de 216 especies de plantas vasculares, 55 de aves, cuatro de anfibios y dos de reptiles. Se destaca la orquídea Masdevallia coccinea como una variedad en peligro de extinción.

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