Por Germán García Barrera
Apenas habían transcurrido 8 días del 2025 y en las redes sociales ya se ventilaba un debate sobre el manejo que debe darse a ejemplares de la fauna silvestre cuando aparecen así de la nada, aunque ese no sería un término preciso si se tiene en cuenta que el hallazgo del que les vamos a hablar ocurrió en la vereda Las Quinchas, en el municipio de Otanche, al occidente del departamento de Boyacá.
Las Quinchas limita con un área protegida de carácter regional conocida como Parque Regional Natural Serranía de las Quinchas que se extiende por 21.226 hectáreas, entre los municipios de Puerto Boyacá y Otanche, y se caracteriza por ser un ecosistema de bosque húmedo tropical.
Ese 8 de enero, a las 11 de la mañana, varios conductores de camionetas que se encontraban en un parqueadero improvisado, muy cerca del Parque Natural, escucharon unos aullidos, y aunque los distrajo de su conversación el sonido no generó mayor alerta pues la proximidad con el área boscosa hace que los ruidos de la naturaleza se vuelvan paisaje.
Según el relato de Javier Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Las Quinchas y de otros miembros de la organización que firmaron un comunicado conjunto, en un acto inusual, según los expertos, un oso de anteojos de apenas tres meses de edad, aproximadamente, que minutos antes estaba trepado en un árbol, se desplazó hasta el lugar en donde se hallaban ubicadas las camionetas.
Hernández y sus compañeros describieron que el osito presentaba llanto y desespero por el posible abandono de su madre, de la cual no se tenía rastro alguno, eso fue lo que dijeron. Ante la situación, según indicaron, los conductores de los vehículos notificaron a Hernández en su calidad de jefe inmediato y de líder de la asociación comunal.
Javier Hernández aseguró que se contactó de inmediato con la inspección de policía y el alcalde de Otanche, con la Oficina de Corpoboyacá, la autoridad ambiental de la región, en Pauna; y con la directora de la entidad, Yeimi Echeverría, en Tunja, y mientras esperaba el arribo de los representantes de las entidades competentes movilizó el oso en su motocicleta hasta su casa en la misma vereda.
“Esta decisión la tomamos porque es una zona boscosa y en nuestro conocimiento como habitantes de la zona conocemos del peligro al que estaba expuesta la cría como lo es ataques de caninos, aves de rapiña, serpientes, entre otros animales salvajes”, aseguró el representante comunal.
Al cabo de varias horas arribó al sector una comisión de Corpoboyacá que asumió el amparo del osezno y lo trasladó al Centro de Paso de Fauna Silvestre de la Universidad Juan de Castellanos, en Tunja.
La polémica
Aunque en el comunicado Javier Hernández insiste en el trato digno brindado al ejemplar hallado en la vereda, se disculpa por el hecho de que él y sus compañeros se hicieron selfies con el retoño. El osito los derritió con su ternura y así lo reconocen: “nos tomamos fotografías con la cría ya que es hermosa y poco vista”.
La publicación de varias imágenes y videos de personas vistiendo al parecer uniformes de una empresa contratista del sector petrolero con el oso entre sus brazos generó críticas.
Estefany Grajales, líder ambientalista y vocera de la organización social Counco, les pidió a las autoridades revisar los protocolos implementados por Ocensa en sus operaciones en el área de influencia de la Serranía de las Quinchas.
Ocensa administra el oleoducto central que atraviesa el área protegida de la Serranía y transporta el crudo extraído en Casanare y entregado al final en el puerto de Coveñas, en el Golfo de Morrosquillo, en el departamento de Sucre.
Consultamos a Ocensa para conocer su versión de los hechos. Desde la Oficina de Comunicaciones de la compañía indicaron que la situación se dio con una Junta de Acción Comunal, sin embargo, agregaron que una vez se conozcan las conclusiones de una investigación en curso se contará con más información al respecto.
Testimonios que contradicen
entreojos.co tuvo la oportunidad de dialogar con varias personas de la región de quienes nos reservamos su identidad para proteger su integridad. En primer lugar, adviertieron que hubo irregularidades en el procedimiento de los obreros al servicio de Ocensa allí apostados al momento del avistamiento del osezno.
Según la información recopilada, los trabajadores pertenecen a una empresa contratista que realiza labores de rocería o limpieza de vegetación sobre la línea del oleoducto que cruza el Parque Natural Serranía de las Quinchas.
La primera irregularidad señalada por nuestras fuentes tiene que ver con la no aplicación de los protocolos recomendados en esos casos. A las 11 de la mañana, cuando los dos conductores dicen haber oído el llanto de un animal, debieron alejarse del sitio frente a la posibilidad de que una cría estuviera llamando a su madre. Es común que en el caso de las osas ellas dejen a sus retoños en lugares específicos mientras buscan alimento y luego vuelven a su encuentro.
En segundo lugar, si es cierto que el cachorro se acercó a las camionetas, como lo afirma la Junta de Acción Comunal en su comunicado, no debieron capturarlo ni trasladarlo a una zona poblada, y menos permitir su interacción con niños como si se tratara de una mascota. Así lo hicieron ver las personas consultadas. Indicaron que para el traslado del animal “lo metieron en un costal” en lugar de reportar la situación de inmediato a Corpoboyacá o al personal de la base militar apostada a menos de un kilómetro.
En el comunicado de la Junta de Acción Comunal se argumenta que la decisión del traslado se tomó para protegerlo de “ataques de caninos, aves de rapiña, serpientes, entre otros animales salvajes”.
Quienes cuestionan tal decisión aseguran que en el área no hay perros al no haber viviendas cercanas, salvo que los operarios los hubieran llevado. Esta sería otra falla en manejo de la situación por parte del personal.
Para quienes conocieron el caso en terreno resulta inquietante que en la versión difundida se haga referencia a un oso abandonado.
– ¿Cómo sabían que estaba abandonado?, se preguntaron, y añadieron:
– ¿Tienen información adicional sobre el estado o el paradero de la osa madre?.
Los consultados esperan que el tema sea investigado a fondo para determinar responsabilidades, asegurar la implementación de los procedimientos recomendados en circunstancias como las descritas, y proteger integralmente a la fauna nativa.
Al final reprocharon que Corpoboyacá haya decidido movilizar al oso hasta Tunja en lugar de permanecer con su personal en la zona en busca de un contacto del pequeño oso con su mamá.
En crianza artificial
En una declaración a través de Instagram, la directora de Corpoboyacá, Yaimi Echeverría, dio cuenta de la actuación de la entidad, mencionó la participación del personal de la oficina de Pauna y en una segunda fase del equipo de Fauna Silvestre de la Subdirección de Recursos Naturales, y a continuación su reclusión en el Hogar de Paso de la Juan de Castellanos.
Su intervención fue respaldada por la de la zootecnista Jennifer Andrea Díaz quien fue enfática en reprochar el mal manejo dado al ejemplar al momento de su hallazgo. Reiteró que no se debe hacer la manipulación de un individuo de estas características en las condiciones en las que se hizo, “no se puede tocar”.
Complementó con la recomendación de reportar a la autoridad si se advierte la presencia de animales de la fauna silvestre y en casos como este buscar la manera de acercarlo a su madre, de la cual no se tiene rastro.
La investigación de la autoridad ambiental, incluso de la Policía y la Fiscalía, deberá permitir esclarecer qué pasó con la osa madre. En casos similares el abandono de las crías ha estado asociado a la muerte de sus progenitoras por enfermedad o por la acción criminal de cazadores.
Sobre el estado de salud de la cría, María Camila Otálora, médica veterinaria del Hogar de Paso, ofreció un parte clínico del osezno. Se refirió al protocolo de crianza artificial bajo el cual se encuentra, notificó acerca de la práctica de exámenes de laboratorio, de la identificación de varias alteraciones, de su notable desnutrición y de su condición corporal disminuida.
Intentamos comunicarnos con la directora de Corpoboyacá para conocer el avance de la investigación, saber si la hipótesis del asesinato de la osa madre tiene asidero y si la entidad abrirá uno o varios procesos sancionatorios vinculados al manejo inicial del cachorro, sin embargo, no obtuvimos respuesta.
Una especie fundamental
La oenegé WWF destaca que los osos andinos son excelentes trepadores gracias a sus garras, con las que cavan en la tierra y manipulan ramas y tallos de plantas. Aunque son omnívoros, consumen principalmente frutas y plantas. Por su dieta y sus largos recorridos, ayudan a diseminar semillas permitiendo la perdurabilidad de los bosques donde habitan.
Para la conservación de la biodiversidad, el oso de anteojos funciona como especie sombrilla, es decir su conservación beneficia la protección del páramo, de los bosques de niebla y decenas de especies que habitan en él. De estos espacios proviene gran parte del agua que consumen los colombianos.
Su presencia es además un poderoso indicador de la salud de los ecosistemas y dinamiza la vida de los bosques cuando derriba arbustos y ramas para buscar alimento. Para numerosos grupos indígenas el oso de anteojos es un animal sagrado, un ser mágico que algunas culturas era un vínculo entre el cielo y la tierra, un mediador entre el bien y el mal o un hermano mayor.