A las críticas formuladas al alcalde Rigoberto Alfonso por la limitada participación ciudadana en el diseño del plan de desarrollo 2020 – 2023, y al desconocimiento que hizo del Consejo Territorial de Planeación, al cual, según la denuncia de su ex presidente, Felipe Velasco, no consultó antes de presentar el proyecto del plan al Concejo Municipal, se suman las consideraciones negativas expresadas por la autoridad ambiental.
En un concepto del pasado 29 de febrero Corpoboyacá advirtió vacíos asociados a las determinantes ambientales que deben incorporar los municipios en sus planes de desarrollo. En el caso de Sogamoso se destacan los siguientes:
– Aunque en el documento se establece la relación del plan de desarrollo con los planes de ordenación de las cuencas como la de los ríos Chicamocha y Cusiana, y la del Lago de Tota, no se menciona a la cuenca media del Chicamocha por lo que la autoridad ambiental sugiere ampliar el análisis de la articulación con tales instrumentos de planificación.
– En el plan de desarrollo se hace referencia a la relación de Sogamoso con el Parque Natural Regional Unidad Biogeográfica Siscunsí – Ocetá, sin embargo, Corpoboyacá estima que no hay mayor análisis al respecto y que no se hace referencia a su plan de manejo.
Esta valoración es respaldada por Mauricio Ramírez Mesa, de la ONG Fundetrópico, quien señaló que la administración local no define cómo va a implementar lo dispuesto por la Ley de Páramos en temas como reconversión productiva o sustitución de las actividades agropecuarias en áreas de importancia ambiental.
En este punto la Corporación considera que la administración de Sogamoso apenas establece algunos proyectos de sustitución de prácticas agrícolas y le sugiere, no le ordena como debería hacerlo una autoridad de esa naturaleza, tener en cuenta las directrices expedidas por el Ministerio de Ambiente a través de la Resolución No. 0886 de 2018 y Ley 1930 de 2018.
En tales disposiciones se conmina a los gobernadores, alcaldes y directores de las CAR a emprender acciones de reconversión agropecuaria, sustitución de actividades en áreas de importancia ecosistémica, restauración activa y pasiva, recuperación de rondas forestales protectoras, proyectos gestores de páramos, compra de predios, educación ambiental y resolución de conflictos de fauna silvestre, entre otras.
– Corpoboyacá y las oenegés ambientales consultadas por entreojos.co coinciden en la ausencia de acciones concretas dirigidas a proteger los humedales que hoy precisan de caracterización con el fin de emprender su preservación.
Rigoberto Alfonso, alcalde de Sogamoso.
– En el concepto de Corpoboyacá se evidencia la desarticulación del plan de desarrollo de Sogamoso con proyectos estratégicos del plan de desarrollo del departamento como parques naturales para la conservación y/o ecoturismo, centros para la naturaleza y la cultura, energías alternativas para instituciones educativas, escuelas ambientales campesinas, energías alternativas, economía circular, entre otros de sensible relevancia.
Allí se urge al municipio a ser más descriptivos al momento de armonizar las acciones estratégicas con el Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR).
– En materia de áreas protegidas, la Corporación subraya que la Alcaldía de Sogamoso no prevé actividades relacionadas con el plan de manejo del Área Protegida Parque Natural Regional Unidad Biogeográfica Siscunsí – Ocetá, y le recomienda proyectar la conformación del Sistema Municipal de Áreas Protegidas como una estrategia de conservación.
– Corpoboyacá reitera la necesidad de que el municipio articule los proyectos en materia de recurso hídrico y protección de ecosistemas con los planes de ordenación de cuencas (Pomca) dado que son instrumentos de superior jerarquía. Frente al Pomca del Lago de Tota considera prioritario que Sogamoso incorpore acciones ligadas a la restauración de esta cuenca.
– En el análisis de la Corporación se incluye un breve panorama, desalentador, por cierto, del estado de sus vertimientos: “No se tiene un sistema de tratamiento de aguas residuales en funcionamiento. No se cuenta con un permiso de vertimientos. Se tienen vigentes procesos sancionatorios en contra del municipio por la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales”.
Pese a ello en el documento del plan de desarrollo está consignado como meta la disminución del 60 % de la carga contaminante del alcantarillado del municipio, y se complementa con el siguiente indicador “dos diseños y/o construcciones y/o adecuaciones de la PTAR del sector Norte, Sur y Centro poblado de morca”.
Ambicioso, sin duda, si se tiene en cuenta que la planta de tratamiento de aguas residuales en proceso de construcción desde hace casi 10 años aún no ha entrado en operación, y al parecer presenta fallas técnicas que impedirían su adecuado funcionamiento. El asunto lo investiga la Procuraduría y Coservicios prevé hacer otro estudio para establecer su viabilidad.
– En lo referente a residuos sólidos, Sogamoso está en deuda, su Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Pgirs) permanece desactualizado desde 2015 y la Corporación le pidió al gobierno del alcalde Rigoberto Alfonso ponerlo al día en su primer año de gestión.
A esta realidad se suma la advertencia del gerente de la Compañía de Servicios Públicos de Sogamoso, Pedro Barrera, en cuanto a la vida útil del relleno. Barrera dijo en el Concejo que esta es apenas de 21 meses (febrero de 2022). En el Plan de Desarrollo de Boyacá se estima que a este depósito solo le queda el 30 % de su capacidad “calculada hasta el 3 trimestre del año 2020 o menos”.
Nada para enfrentar heladas
Alejandro Gutiérrez, concejal de Sogamoso.
“A pesar de la crisis que vivió la zona rural de Sogamoso a causa de las heladas de enero y febrero, en el plan de desarrollo el tema no se menciona”, sostuvo el concejal Alejandro Gutiérrez. En efecto, en el documento que estudiaba hasta el fin de semana el Concejo no hay una sola referencia al tema.
Adicional a eso Gutiérrez mencionó que de los 15.074 habitantes del sector rural potencialmente afectados por este fenómeno, solo 300 quedaron registrados en la base de datos de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación.
A Gutiérrez le llama la atención lo expuesto en el plan de desarrollo en materia de acciones para enfrentar los retos que impone la crisis del clima. Allí se menciona como aspecto positivo que en diciembre de 2019 el gobierno temporal del ex alcalde encargado Jorge Mayorga contrató un estudio de actividades para la implementación del plan municipal de adaptación al cambio climático.
A renglón seguido se califica como negativo el hecho de que este documento no ha sido socializado con la Alcaldía, el Concejo Municipal ni el Comité Local de Gestión del Riesgo, y añade que el mismo no cumple con los lineamientos establecidos por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para la formulación e implementación del Plan Integral de Gestión del Cambio Climático Territorial (PIGCCT).
Este hecho evidencia que el plan de desarrollo de Sogamoso no dispone de un instrumento guía en materia de acciones de mitigación y adaptación a las variaciones del clima, y para agravar la situación el Plan Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, elaborado en octubre del 2019, está plagado de inconsistencias financieras que lo hacen inviable.
El concejal Alejandro Gutiérrez concluye su análisis alertando que en el Plan Estratégico, donde se definen las ejecuciones previstas para el periodo 2020 – 2023, se parte de una línea base cero “como si las administraciones anteriores no hubieran hecho hada al respecto”. entreojos.co indagó con el consultor del plan de desarrollo, Fernando Duarte, sobre el particular y aseguró que no tuvieron acceso a la información generada por el gobierno anterior.
Un plan sin articulación
Mauricio Ramírez, de la ONG Fundetrópico, sostuvo que en la mesa ambiental para la formulación del plan de desarrollo de Sogamoso se plantearon muchas propuestas, sin embargo, muy pocas se incluyeron en el documento final.
Se refirió a la delimitación del complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha, a la declaratoria del Parque Natural Regional Unidad Biogeográfica Siscunsí – Ocetá y al hecho de que el 50 por ciento de la jurisdicción de Sogamoso se encuentre en zona de páramo, pese a ello insistió en la poca ambición de sus autoridades para adelantar procesos directos, o en articulación con otras entidades, a fin de promover la reconversión y/o sustitución de actividades productivas así como la restauración de las áreas intervenidas.
Ramírez se refirió a otras situaciones particulares del plan de desarrollo:
– No se destinaron recursos suficientes para compra de páramos y la contratación de familias guardapáramos.
– No se dispone de un plan de contingencia para asegurar el suministro de agua frente al riesgo de que la crisis climática pueda afectar seriamente al Lago de Tota, del cual depende en un alto porcentaje la ciudad. Actualmente está vigente una concesión de 315,62 litros por segundo que administra Coservicios.
– Faltan mayores y contundentes acciones en contra de la minería ilegal.
– Considera inconveniente la propuesta de canalizar el río Monquirá con el argumento de que este tipo de obras interrumpen el ciclo natural de las corrientes subterráneas que surten su caudal.
Al final Ramírez consideró fundamental que la administración municipal involucre a las comunidades y a las ONG de la región en el estudio y evaluación del estado de los recursos naturales, y la definición de acciones conjuntas y concertadas orientadas a su preservación. “Generalmente estos estudios quedan en manos de consultores externos que no conocen el territorio”, aseguró.
Faltó participación
Felipe Velasco, ex presidente del Consejo Territorial de Planeación.
Manolo Salamanca, consultor y gestor ambiental de la provincia de Sugamuxi, cuestionó la limitada participación ciudadana en las etapas de diagnóstico y formulación del Plan de Desarrollo de Sogamoso.
La queja de Salamanca se añade a la denuncia hecha por el entonces presidente del CTP, Felipe Velasco, en el sentido de que la administración del alcalde Rigoberto Alfonso los desconoció al no haberles presentado de manera oportuna el documento que hasta el fin de semana estudiaba el Concejo Municipal. Esta situación provocó la renuncia de Velasco a ese cargo.
Manolo Salamanca hizo algunas observaciones a la carta de navegación propuesta por Rigoberto Alfonso:
– Las metas en materia de agua y protección de cuencas son deficientes y no se prevén acciones concretas ni medibles para proteger los humedales.
– Deben comprarse predios en áreas de importancia estratégica para la provisión de agua. Sogamoso tiene una deuda histórica con la cuenca del Lago de Tota hacia la cual han de orientarse inversiones que permitan aportar en el cuidado de las fuentes de agua que surten a ese embalse.
– No se prevén controles a las grandes extensiones de cultivos de cebolla en las zonas de páramo del municipio.
– El gobierno debe considerar estrategias para solucionar los problemas de agua potable en los acueductos veredales e impulsar proyectos de producción limpia que permitan hacerle frente al cambio climático.
– La propuesta de minería sostenible no considera la realidad de los pequeños mineros ni los problemas hoy evidentes de desarticulación entre las instituciones que deben vigilar, incluidas las ARL.
– El Plan de Desarrollo de Sogamoso no se articula con el Plan de Acción de Corpoboyacá.
Qué responde la Alcaldía
entreojos.co buscó una declaración oficial de la Alcaldía de Sogamoso en respuesta a estos cuestionamientos. Desde la Oficina Asesora de Planeación se nos remitió al consultor Fernando Duarte quien dijo que los ajustes sugeridos por Corpoboyacá se habían realizado y se comprometió a remitir el documento con la evidencia pero este nunca llegó.
El martes 26 de mayo habíamos agendado una cita telefónica con el alcalde de Sogamoso, sin embargo, su oficina de comunicaciones notificó que el plan de desarrollo sería retirado del Concejo Municipal para ajustes, lo que implicaba el aplazamiento de la conversación.