Desde la coordinación regional de la jornada de avistamiento de aves denominada Global Big Day, iniciativa promovida por el Laboratorio Cornell, de la Universidad de Nueva York, se reportó que los tres primeros sitios desde los cuales se observó el mayor número de aves en el departamento fueron la Reserva Natural de la Sociedad Civil El Paujil, de Proaves, en Puerto Boyacá; el Santuario de Fauna y Flora de Iguaque y el Parque Nacional Natural Pisba.
El top 8 lo complementan el Parque Regional Natural Serranía El Peligro, la Reserva Forestal Protectora El Malmo, la Reserva Natural Privada El Secreto, el sector la Almanera, en Santa María; la reserva La Cabaña, en Tunja, y el Lago de Tota.
En el informe presentado por Alcibiades Escárraga, coordinador regional de la jornada, se indicó que en la versión 2023 del Global Big Day del pasado 13 de mayo se observaron 472 especies, tres menos que las informadas en 2022 “lo que nos indica que hubo una reducción en la participación de los boyacenses con respecto al año anterior”.
A pesar de esta reducción, Escárraga ponderó el histórico aporte del departamento a esta actividad diseñada para promover la conservación de los entornos naturales de los cuales dependen las aves, y sensibilizar a la opinión pública respecto a su importancia para los ecosistemas y la subsistencia de otros cientos de seres vivos.
En la plataforma ebird, diseñada para la consolidación de la información mundial sobre las aves avistadas en 13 de mayo, se destaca que Boyacá dispone de 87 sitios de interés identificados para el desarrollo de esta actividad.
Escárraga valoró el esfuerzo de los participantes que de manera voluntaria dispusieron de su tiempo y recursos para monitorear las aves del territorio, y aprovechó la ocasión para abogar por el fortalecimiento de los esfuerzos institucionales, académicos y comunitarios encaminados a preservar el hábitat de las aves.
Aves en peligro
Su llamado tiene relación con el inventario de especies amenazadas en el departamento contabilizadas en 21 incluyendo las categorías de ‘en peligro’, ‘vulnerable’ y ‘en peligro crítico’, esta última hace referencia a aquellas especies en alto riesgo de extinción como el paujil de pico azul (Crax alberti) situado en los bosques tropicales del Magdalena Medio, específicamente en los municipios de Otanche y Puerto Boyacá.
La fragmentación del bosque, la cacería y el descenso de su población son indicadores de la amenaza que se cierne sobre sus posibilidades de subsistencia en el tiempo.
A esta se suma el cóndor andino cuyo número descendió en el censo nacional realizado en 2022. El dato más reciente hace referencia a 63 ejemplares de cóndor en territorio de Boyacá, una cantidad inferior a la estimada por los expertos.
Otra ave en las mismas condiciones es el cucarachero de pantano (Cistothorus apolinari), avistada en la cuenca del Lago de Tota y en zonas de páramo, también el cucarachero del Chicamocha, especie asociada a los bosques secos tropicales. La alternación de tales ecosistemas los hace susceptibles a padecer situaciones amenazantes.
Educar para preservar
Los expertos consultados coinciden en la necesidad de fortalecer esfuerzos integrales para proteger a las aves, y una de las acciones clave es la educación ambiental. En 2021 Corpoboyacá produjo la cartilla ‘Bosques, comunidades y aves’, en 2022 se presentó ‘Boyacá, paraíso natural, coloreando la vida’ y a finales de ese mismo año se dio a conocer la publicación ‘Investigaciones comunitarias’, las tres están vinculadas a una estrategia institucional para la protección de los ecosistemas de los cuales depende la avifauna del departamento.
Alcibides Escárraga mencionó además el trabajo relacionado con la formulación de planes de manejo de áreas protegidas y la necesidad de mejorar la articulación con otras instituciones regionales y nacionales para seguir conservando el territorio.
Esa labor conjunta permitiría hacer una adecuada planificación del departamento que incluye, por supuesto, la actualización de los ordenamientos territoriales y el cuidado integral de las cuencas hídricas.
“El reto es comprender el territorio como una unidad, debemos ser capaces de articularnos en pro de la conservación y de la valoración de los recursos naturales en nuestro territorio”, puntualizó el coordinador departamental del Global Big Day.