En principio serán 100 los productores de la región los que serán vinculados al proyecto de reconversión tecnológica que el sábado 30 de marzo fue presentado en Aquitania por los funcionarios del ministerio de Ambiente, Carlos Garzón y Gustavo Vargas; el propio ministro Ricardo José Lozano y el representante de Agrosavia (antes Corpoica), Carlos Herrera.
El proyecto, que seleccionará a cultivadores que hagan parte de los distritos de riego constituidos en la cuenca, tiene como uno de sus objetivos el de “promover la conservación y el uso sostenible del ecosistema con la implementación de alternativas de producción sostenible a través de procesos de formación e innovación social”.
La iniciativa, que tiene un tiempo previsto de ejecución de año y medio y una inversión de 600 millones de pesos aportados por la Unión Europea, fue presentada a integrantes de las asociaciones de productores y de distritos de riego, alcaldes de la cuenca y ONG ambientales que acudieron a la sede de Corpoboyacá, en el sector Santa Inés, en Aquitania.
Gustavo Vargas, en representación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, detalló las actividades que incorpora el proyecto. Dentro de ellas están las siguientes:
– Selección de los 100 núcleos de producción o parcelas en las cuales se implementarán técnicas de cultivo amigables con el ambiente.
– Realizar análisis de laboratorio de la calidad del suelo en los predios seleccionados con el fin de determinar el manejo técnico que asegure el éxito del proyecto.
– Acompañamiento técnico transdisciplinario (profesionales de diversas áreas) para el cultivo de la cebolla larga que incluyen bajo consumo de agroquímicos y gallinaza, uso de compostaje a partir del aprovechamiento de los residuos de pelanza de la cebolla y de la elodea extraída del lago, utilización eficiente del agua y condiciones de inocuidad en el manejo del producto.
– Capacitación a los productores seleccionados que incluye una estrategia de réplica para que el trabajo que inicialmente se ejecute en las 100 parcelas pueda ser replicado en otras zonas de la cuenca. De acuerdo con las cifras reportadas por el Ministerio y Coproboyacá en la región están identificados 5.500 cultivadores.
Vargas reiteró que la oferta tecnológica del proyecto debe estar enmarcada dentro de los criterios de lo que se conoce como buenas prácticas agrícolas (BPA), producción más limpia y sostenible. A partir de estos fundamentos se deberá garantizar un uso racional de los recursos naturales y de las materias primas a fin de prevenir, mitigar y controlar los impactos negativos que actualmente genera el cultivo de cebolla, especialmente por la aplicación indiscriminada de agroquímicos y gallinaza.
Experiencia exitosa
Iniciativas de reconversión o de producción limpia como la planteada por el Ministerio de Ambiente no son nuevas en la región. Mario Balaguera, integrante de la Asociación Asoparcela, describió que desde 2012, con el apoyo de Corpoboyacá y Corpoica (hoy Agrosavia) se avanzó en la constitución de 10 proyectos piloto de cultivo de cebolla con abono orgánico.
La propuesta consistió en aprovechar la elodea que se retira del lago, mezclarla con los residuos de la limpieza de la cebolla (conocida como desechos de pelanza) y gallinaza. De esa combinación de materiales orgánicos se obtuvo un abono limpio que protege el suelo, asegura condiciones apropiadas para el crecimiento de la hortaliza y aporta al bienestar del consumidor.
Un proyecto tranquilizador
El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, destacó que la fórmula presentada es el resultado de un trabajo conjunto en el que la participación de la comunidad ha sido determinante.
Lozano explicó que la estrategia es recoger la experiencia del pasado, tomar como punto de partida los 10 proyectos piloto que comenzaron hace casi 10 años y ampliarlos a más productores de la cuenca.
Sobre la posibilidad de inyectar más recursos para ampliar la cobertura del proyecto, el ministro Lozano confió en que la Gobernación de Boyacá y los municipios se sumen. Agregó que el Ministerio de Agricultura está acompañando esta apuesta de producción sostenible.
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La afirmación del ministro de Ambiente fue respalda por el representante de Agrosavia, Carlos Herrera, quien reconoció que la oferta tecnológica que se implementará en la cuenca del Lago de Tota es el resultado de un trabajo articulado con la comunidad.
“El conocimiento que tiene Agrosavia sobre el cultivo de cebolla y las nuevas alternativas para su desarrollo ha sido posible gracias a los mismos cultivadores de la región”, sostuvo Herrera.
Felipe Velazco, de la Fundación Montecito, quien ha sido crítico respecto al actuar de las instituciones, se mostró complacido con el diseño de la propuesta de reconversión productiva y confió en que esta apuesta contribuya efectivamente a reducir el daño que este monocultivo le está ocasionando al cuerpo de agua.