Fuente: Greenpeace Colombia
Greenpeace alertó de las fuertes presiones, amenazas medioambientales, vulnerabilidad e indefensión que están sufriendo los páramos de Colombia, espacios claves como fuentes de generación de agua en medio de la creciente crisis hídrica que enfrenta el país.
“En un país que se seca de manera acelerada, cada gota de agua disponible debe ser cuidada y protegida. Lamentablemente, los páramos colombianos y su enorme riqueza de agua están cayendo de manera preocupante en una situación de indefensión que no podemos permitir”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia.
Desde la ONG medioambiental criticaron que durante los últimos años se haya extendido la entrega de licencias ambientales y títulos mineros bajo el pretexto de “utilidad pública” o “interés social” en lugares de ecosistemas tan vulnerables y frágiles como el páramo de Santurbán, el páramo de Pisba o en la cuenca del río Cauca en el Suroeste Antioqueño.
“Es impresentable que estas valiosas fuentes de agua natural para el país estén a merced de la explotación minera. Es la misma agua que hoy falta en Colombia y que será todavía más escasa en el futuro. Ningún mineral que se explote en nuestros páramos tiene más valor que el agua que contienen estas reservas”, señaló Silvia Gómez.
En este contexto, la organización junto con otras entidades medioambientales han recurrido a la justicia, para solicitar medidas cautelares y detener los trabajos mineros que adelanta la empresa Minesa en el páramo de Santurbán.
¿Qué busca el requerimiento? Que el Tribunal Administrativo de Santander dicte medidas cautelares contra Minesa y que la ANLA se abstenga de otorgar la licencia ambiental requerida para la operación de este proyecto.
“No solo esperamos una respuesta favorable, sino que se establezca un precedente de tal manera que se impidan estas actividades productivas en otros páramos y que una norma de protección amplia llegue a establecerse de manera constitucional”, explicó la directora de Greenpeace.
Y agregó: “Acá hay una responsabilidad compartida entre la empresa Minesa, que viene minimizando los impactos de su actividad, pero también de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales que ha permitido la destrucción de nuestros páramos. El país merece una explicación de por qué el Estado permite que los recursos de todos los colombianos y nuestras reservas de agua del futuro sean explotados y aprovechados por una empresa”.
Datos de los páramos en Colombia
Páramo de Pisba. Foto: Greenpeace Colombia.
De acuerdo a la cartografía 1:100.000 elaborada por el Instituto Alexander von Humboldt, en Colombia existen 36 complejos de páramo cuya extensión alcanza un total aproximado de 2,9 millones de hectáreas que corresponden a cerca del 2,5% de nuestra área continental.
– El Complejo de Jurisdicciones de Santurbán-Berlín abarca 142.608 hectáreas de los páramos de Colombia.
– Colombia tiene el 50% de los páramos del mundo. Es la fábrica natural de agua más importante del país. Son ecosistemas típicos de las altas montañas de la cordillera de los Andes.
– Abastecen de agua a la mayoría de los colombianos, sobre todo a los que habitan sobre las cordilleras.
– Pueden encontrarse 4.700 especies de plantas, 70 de mamíferos, 87 de anfibios y 154 de aves. El cóndor de los Andes y el oso de anteojos son algunos de los animales más característicos.
Cambio Climático y páramos
Los suelos de los ecosistemas de páramo son grandes sumideros de carbono, el principal gas de efecto invernadero causante del calentamiento global. Gracias a las bajas temperaturas a estas alturas, a su humedad y bajas tasas de mineralización de la materia orgánica, estos valiosos ecosistemas capturan el CO2 que está aumentando la temperatura atmosférica, sirviendo como reguladores del cambio climático.
El acelerado calentamiento global está afectando a los Páramos. Al aumentar la temperatura, las especies que están adaptadas a las condiciones típicas del páramo deben migrar a sitios más altos y fríos en busca de las condiciones ideales para su supervivencia. De todos los ecosistemas tropicales, los páramos son los que presentan el mayor nivel de vulnerabilidad ante fenómenos como el cambio climático
Como los suelos contienen alrededor de tres veces más reservas de carbono orgánico que la biomasa vegetal y animal sobre la tierra y el doble del carbono contenido en la atmósfera, la materia orgánica del suelo es potencialmente la fuente más peligrosa de CO2 para el calentamiento global, aparte del causado por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas).