Foto: archivo particular.
Fabio Guerrero Amaya, secretario de Medio Ambiente de la Gobernación de Boyacá

Prevención y resolución de conflictos socio – ambientales, un reto que se impuso la Gobernación de Boyacá

A través de diálogo y concertación buscarán acuerdos para la convivencia de comunidades con bosques, páramos, ríos y humedales. 

Fabio Guerrero Amaya, Secretario de Medio Ambiente de la Gobernación de Boyacá, explicó que se conformarán mesas de trabajo para abordar las problemáticas presentes en los páramos de Pisba y Cocuy, el Lago de Tota y la Serranía de las Quinchas, entre otros. 

En total serán nueve espacios para la prevención y resolución de conflictos socio – ambientales, así quedó consignado en el Plan de Desarrollo que aprobó la Asamblea y sancionó el gobernador Ramiro Barragán Adame.  

Como complemento, en el documento que guiará la gestión de la administración departamental, se incluyó un programa denominado ‘Conservación de Ecosistemas Estratégicos’ a través del cual se prevé la intervención de cinco áreas protegidas y de importancia estratégica mediante protección, conservación y recuperación. 

¿En cuáles áreas se ejecutarán esas inversiones? Fabio Guerrero sostuvo que eso se definirá a partir de la revisión de los diagnósticos, de las condiciones actuales, del nivel del conflicto que se presente en cada uno y de lo que se determine en el plan indicativo, un instrumento que orientará de manera puntual las acciones de la dependencia hasta diciembre de 2023. 

El lío de las aguas negras

Uno de los problemas más apremiantes es el de las aguas residuales causantes de la contaminación de ríos y quebradas a lo largo y ancho del departamento. Al respecto el secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible señaló que su dependencia será responsable de abordar la potabilidad del agua en el área rural y del control de aguas servidas en el campo, particularmente en zonas de recarga hídrica. 

En lo relativo a sistemas de alcantarillado y plantas de tratamiento en las ciudades, tarea que estará a cargo de la Empresa Departamental de Servicios Públicos, las metas del Plan de Desarrollo no son muy ambiciosas si se evalúan a la luz de los conflictos existentes: Sogamoso y Duitama siguen vertiendo sus aguas negras al río Chicamocha; y Aquitania lo hace en el lago de Tota. 

El río Suárez, el Garagoa y otros cuerpos de agua que transportan el líquido proveniente de las montañas cargan con ese lastre, y las metas del plan apenas contemplan, por ejemplo, dos “estudios y diseños para la optimización y/o construcción de plantas de tratamiento” y apenas tres nuevos sistemas de tratamiento de aguas residuales optimizados y puestos en operación. 

Recuperarán 300 toneladas

El secretario de Medio Ambiente de la Gobernación reiteró la urgencia de articulación con las corporaciones autónomas regionales, las empresas de servicios públicos, los municipios y los establecimientos educativos para concretar acciones efectivas en materia de clasificación y aprovechamiento de los residuos sólidos. 

Se refirió a la necesidad de vincular activamente a los recicladores de oficio con el objeto ayudar en el fortalecimiento de sus asociaciones, y para ello se comprometió a adoptar y promover la economía circular como estrategia de reutilización de materiales y de disminución de desechos. “La meta es recuperar 300 toneladas”, dijo Fabio Guerrero. 

Adaptación al cambio climático ya

Boyacá está en mora de contar con el Plan de Gestión Integral de Cambio Climático Territorial (PGCCT) y Guerrero fue enfático en señalar que ese será un empeño de su gestión. “Tenemos que sacarlo o sacarlo, somos de los pocos departamentos del país que no lo tiene”. 

La forma de materializarlo, dijo el funcionario, es unir esfuerzos y recursos junto a otras dependencias de la Gobernación y a las Corporaciones Autónomas Regionales. “El mundo está hablando de crisis a partir de un plan con recursos, eso es lo primero que debemos definir”. 

Admitió que este PGICCT debió ser un instrumento fundamental en la formulación de los planes de acción de las CAR y de los planes de desarrollo del departamento y los municipios.

Tota: cada uno por su lado

“Todo mundo habla de Tota y cada quien hace lo suyo. Hay muchos proyectos para el Lago pero se realizan de manera desarticulada”, reconoció el Secretario de Medio Ambiente de la Gobernación. 

Aseguró que su despacho ha logrado reunirse con delegados de la Agencia Francesa de Cooperación, con los responsables del proyecto AICCA y con el Ministerio de Ambiente para conocer el detalle de los proyectos que se adelantan en la zona, y a partir de allí se buscará la creación del Fondo del Agua, un mecanismo diseñado para captar los aportes de todos aquellos que se benefician del Lago de Tota y reinvertirlos en la conservación de su cuenca. 

“Las empresas que utilizan el agua de Tota tienen la responsabilidad de hacer compensación social, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) debe involucrarse directamente en la tarea del deslinde de predios”, señaló Guerrero. Este procedimiento, el de deslinde, permite determinar las áreas de propiedad del Estado y aquellas que en realidad les corresponden a los particulares. 

Los desafíos ambientales de Boyacá son enormes y la Gobernación previó en el presupuesto $24 mil millones para enfrentarlos, $14 mil corresponden a regalías. Su disponibilidad dependerá de la voluntad del gobernador para que los dineros no sean redirigidos hacia otras metas del plan de desarrollo.  

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