Boyacá posee un enorme potencial ambiental, el 18 por ciento de los páramos de Colombia están ubicados en su territorio, y en sus bosques y humedales se alberga una rica biodiversidad, sin embargo, la minería ilegal, la megaminería, la ganadería y la agricultura, los bajos niveles de educación, la desarticulación institucional y los limitados recursos para la investigación y el ejercicio de la autoridad amenazan su estabilidad.
Ante ese panorama nos dimos a la tarea de consultar a varios actores claves en la definición de políticas y la ejecución de acciones orientadas a preservar el capital ecosistémico del departamento como Mauricio Reyes, líder campesino y ambiental del páramo de Pisba; Ricardo López Dulcey, director de Corpoboyacá; Germán Bermúdez, director de Medio Ambiente de la Gobernación de Boyacá; Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace Colombia; Fabio Guerrero, director de Corpochivor, y Olga Guerrero, periodista y coordinadora de la Corporación Prensa Verde.
Testimonios
Mauricio Reyes, defensor del páramo de Pisba
Nosotros esperamos seguir en la defensa de los páramos para evitar que las multinacionales que extraen carbón acaben con el agua que allí nace, y estamos haciéndole seguimiento a la derogación de la licencia que le fue otorgada a la empresa Hunza Coal S.A.S y que aún está vigente.
El director de Corpoboyacá nos dijo que cuando se expida la resolución de delimitación del páramo de Pisba por parte del Ministerio de Ambiente todos esos permisos de exploración y explotación serán derogados automáticamente.
Y sobre el tema de la delimitación y el estudio que adelanta la Corporación, confiamos en que lo que resulte de allí sea beneficioso para la gente que ha convivido con el páramo, y que la transición o la transformación de las actividades productivas hacia otras más sostenibles cuente con el acompañamiento y el presupuesto de las autoridades ambientales y la Gobernación.
Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace Colombia
Para la representante de esta ONG ambiental internacional el hecho más significativo de 2016 lo representó la decisión de la Corte Constitucional, a través de su sentencia C- 035, de prohibir la minería en las zonas de páramo.
Con esta determinación no solo declara inconstitucional e inexequible el artículo de Plan Nacional de Desarrollo que reabría la puerta a la minería en zonas de páramo a las empresas que hubieran adquirido sus licencias ambientales antes de febrero de 2010, sino que además hizo un reconocimiento explícito de la importancia de los páramos como un ecosistema clave en la regulación del clima, en la producción y almacenamiento de agua y en el valor del agua y del aire puros como derechos fundamentales.
El reto ahora es ver como se implementan esas decisiones de la Corte Constitucional y como se da el equilibrio entre la economía local y la protección al medio ambiente, que no son cosas opuestas. Se puede y se deben buscar alternativas.
Otro reto es que a partir de la prohibición de la minería en páramos aún hay empresas operando, aún hay licencias activas, aún hay pasivos ambientales que las empresas no han reparado. El reto entonces es ver cómo se pone en práctica la decisión de la corte constitucional de prohibir tajantemente, y para siempre, la actividad más destructiva que tienen los páramos: la minería.
El segundo reto es más grande, es que entendamos entre todos y de manera efectiva que la delimitación no es una limitación sino que puede ser una oportunidad para comprometernos todos con garantizar la prohibición y la no existencia de minería en páramos y avanzar hacia una transición y una reconversión de las actividades agrícolas y ganaderas de las comunidades que viven allí.
El tercer reto grande de Boyacá es hacer una transición hacia energías más limpias y hacia otras maneras de economía mucho más sustentable. Boyacá es uno de los departamentos que más actividades extractivas tiene y también es uno de los departamentos con más posibilidades agrícolas, ecoturísticas y de nuevos negocios.
Ricardo López Dulcey, director general de Corpoboyacá.
El director de esta Corporación destacó como logro del año 2016 el haber concluido los estudios de seis de los siete complejos de páramos de su jurisdicción y el avance del análisis sobre el estado y las potencialidades del complejo de páramo de El Cocuy.
Otro logro que resaltó tiene que ver con la delimitación, por parte del Ministerio de Ambiente, de cuatro de los más importantes complejos de páramo del departamento: Tota –Bijagual – Mamapacha, Iguaque – Merchán, Rabanal y el del Altiplano Cundiboyacense.
Avance del proyecto de adecuación hidráulica del río Chicamocha, en su cuenca alta, que tiene como meta su recuperación. Ya se adelantaron acciones como la topografía y la batimetría desde su nacimiento, en el río Jordán, en Tunja, hasta el sector de Vado Castro, en límites entre Tópaga y Sogamoso. “Es el proyecto más importante de adaptación al cambio climático”, sostuvo López Dulcey.
En relación con los retos ambientales para 2017, el director Corpoboyacá enumeró los que se describen a continuación:
- Implementación del plan de manejo de la Serranía de las Quinchas que ya fue aprobado por el Consejo Directivo, y de los planes de manejo de los páramos que ya fueron delimitados, lo que conlleva procesos de concertación con las comunidades para iniciar la reconversión productiva. Es necesario recordar que por disposición de la Corte Constitucional, a través de la sentencia C-035 de 2016, las actividades mineras, ganaderas y agrícolas deben restringirse para proteger las áreas de páramo.
- El desmonte y abandono de las actividades mineras en las zonas de páramos por disposición tanto de la Corte Constitucional como de lo determinado por el Ministerio de Ambiente en las resoluciones de delimitación de estas áreas protegidas. Los mineros deben presentar los planes de cierre y avanzar en su ejecución y la Corporación tendrá el reto de hacer los correspondientes seguimientos.
- Los residuos solidos son un reto para el departamento. Los prestadores de servicios públicos, en este caso las empresas de aseo como Servitunja, Coservicios o Empoduitama, así como los alcaldes, deben preocuparse por la adecuada disposición de las basuras y la implementación de sus Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Pgirs). “Son su responsabilidad y de su adecuada gestión depende que no se presenten emergencias sanitarias”.
Como aspecto adverso de 2016 se refirió al fenómeno del niño que incidió en la reducción del agua en los páramos, en las quebradas y en los ríos y en la ocurrencia de incendios forestales.
Germán Bermúdez, director de Medio Ambiente de la Gobernación de Boyacá
El funcionario resaltó como positivo de 2016 la adopción del Plan de Manejo de la Serranía de las Quinchas por parte de Corpoboyacá y la decisión del gobernador Carlos Andrés Amaya de sumarse con inversiones a través de proyectos que se están definiendo desde cada una de las secretarías del departamento.
Valoró igualmente la delimitación de los páramos Iguaque – Merchán, Tota- Bijagual -Mamapacha, Guerrero, Altiplano Cundiboyacense y Chingaza.
En el tema de los ríos, se refirió a los procesos de actualización de los planes de ordenamiento y manejo de las cuencas hídricas que inciden en Boyacá y el trabajo que realizan desde el año anterior los nueve consejos de cuenca, entre ellos los de los ríos Chicamocha, Suárez, Carare – Minero, Garagoa y Cravo Sur.
Bermúdez calificó como positiva la formulación del programa Boyacá Bio que lidera el Departamento de Planeación y en el que a partir de 2017 la Gobernación espera invertir 70 mil millones de pesos.
Los retos
- El primero es ver qué va a pasar con las comunidades que viven en los páramos y que no pueden seguir con sus actividades agrícolas y ganaderas tradicionales.
- El segundo es la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Aquitania para erradicar definitivamente una de las principales fuentes de contaminación del Lago de Tota.
- El tercero es concretar las compromisos y las inversiones para recuperar humedales de la importancia del Lago de Tota, la Laguna de Fúquene y la Ciénaga de Palagua.
- El cuarto, y no menos importante, el inicio de las discusiones sobre la formulación del plan de ordenamiento departamental, una nueva figura que debe servir de apoyo para los planes y los esquemas de ordenamiento territorial.
- El quinto tiene que ver con la articulación que debe hacerse con las corporaciones para la activación de los Comités Interinstitucionales de Educación Ambiental Municipales y la construcción de sus planes de acción.
- El sexto es la inversión que debe hacerse para optimizar los acueductos rurales que en la actualidad tienen un índice de riesgo de calidad del agua alto, cercano al 44 por ciento, mientras que el de las ciudades es del 5 por ciento.
- El séptimo, que tiene que ver con la conservación de ecosistemas estratégicos, es mejorar la gestión para la adquisición de predios de interés hídrico con recursos de la Ley 99 de 1993, y cambiar el modelo para hacerlo. Antes se accedía las áreas de conservación en poder de particulares por oferta, ahora debe hacerse a partir de la definición de áreas prioritarias que establezcan las corporaciones tal y como lo establece el Decreto 953 de 2013.
Fabio Guerrero, director general de Corpochivor.
El mayor logro de 2016 fue la delimitación de nuestros seis páramos, un trabajo que veníamos haciendo hace varios años y que tuvo el aval del Instituto Alexander von Humboldt y el Ministerio de Ambiente.
Los planes de manejo que hemos diseñado para los páramos de nuestra jurisdicción incorporan dos componentes novedosos: el de la compensación por servicios ambientales y el de dejar los páramos dentro de una zonificación, es decir vamos a dejar definidas áreas de conservación y áreas para poder desarrollar proyectos sostenibles y eso es posible a través de la figura de los Distritos Regionales de Manejo Integrado.
A la fecha están aprobados los planes de manejo de los páramos Rabanal, Cristales y Castillejo y restan por surtir este trámite los de San Cayetano, Mamapacha y Bijagual.
Una de las mayores dificultades es la de poder controlar el tema de la minería ilegal en el páramo de Rabanal y en eso estamos trabajando con otras autoridades como la Policía Nacional.
Los retos
- El reto que nos hemos propuesto del 2016 al 2019 es fortalecer todo lo que tiene que ver con la protección integral de las áreas estratégicas en las que existe mucha diversidad, especialmente en áreas como Cuchilla Negra y Guanaque, en el sector de Santa María, Macanal, Campohermoso y Chivor.
- Fortalecer todo lo relacionado con la autoridad ambiental y el control a la tala y el tráfico ilegal de madera y de fauna silvestre.
- Trabajar más en la administración del agua, buscar la reglamentación de las corrientes hídricas, la legalización del uso del agua y la definición de caudales para las comunidades.
- Incorporar a las comunidades en acciones de desarrollo sostenible y eso está muy relacionado con las acciones en materia de educación ambiental.
Olga Cecilia Guerrero, periodista y coordinadora de la Corporación Prensa Verde
Los hechos más relevantes que tienen que ver con los conflictos ambientales en Boyacá y que enumeró la comunicadora estuvieron asociados al cierre del Parque Nacional Natural El Cocuy, la oposición a la construcción de infraestructura en el área de Playa Blanca, a orillas del Lago de Tota; la delimitación de los páramos y la asignación de recursos internacionales en un Conpes para esta cuenca, los trabajos interinstitucionales para tratar de salvar la Laguna de Fúquene y la generación de un movimiento civil antipetrolero en Boyacá.