La temporada seca, que afecta gran parte de Colombia, representa uno de los periodos de mayor riesgo para la ocurrencia de incendios forestales. Factores como las quemas agrícolas, los paseos de olla y las altas temperaturas potencian esta amenaza, poniendo en peligro valiosos ecosistemas como los bosques y los páramos.
Ante esta situación, el Ministerio de Ambiente, en colaboración los gobiernos departamentales y locales, la fuerza pública, los organismos de socorro y las comunidades organizadas, ha redoblado esfuerzos para fortalecer las capacidades de las brigadas forestales en áreas críticas del país.
A través de la entrega de kits contra incendios y formación especializada, se busca mitigar los daños ocasionados por los incendios y garantizar la protección de los recursos naturales.
Kits contra incendios: clave para una respuesta efectiva
Los kits entregados a las brigadas forestales incluyen desde herramientas básicas como machetes, palas y rastrillos, hasta equipos avanzados como sopladoras, motosierras, GPS y kits meteorológicos. Además, los brigadistas cuentan con equipos de protección personal, como guantes de cuero, gafas de seguridad y respiradores con filtros especiales, esenciales para enfrentar las extremas condiciones del terreno.
Estas acciones se enmarcan en el fortalecimiento técnico de las brigadas y la articulación comunitaria, impulsadas por la Red Nacional de Brigadas Forestales Comunitarias. Esta red, creada en 23 departamentos del país, no solo capacita a los brigadistas en prevención y atención de incendios, sino que también fomenta la autoprotección comunitaria y el monitoreo constante de los ecosistemas.
El desafío actual
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha emitido alertas recientes por descensos significativos de las temperaturas mínimas en Boyacá y otras regiones del país lo que incrementa el riesgo de heladas en estas zonas.
Los municipios del departamento incluidos en esta alerta son: Tunja, Aquitania, Arcabuco, Belén, Betéitiva, Busbanzá, Caldas, Cerinza, Chiquinquirá, Chivatá, Ciénaga, Cómbita, Corrales, Cucaita, Cuítiva, Chíquiza, Duitama, Firavitoba, Floresta, Gámeza, Iza, Villa de Leyva, Mongua, Monguí, Motavita, Nobsa Oicatá, Paipa, Paz de Río, Pesca, Ráquira, Saboyá, Samacá, San Miguel de Sema, Santa Rosa de Viterbo, Siachoque, Socha, Sogamoso, Sora, Sotaquirá, Soracá, Tasco, Tibasosa, Toca, Tópaga, Tota, Tuta, Tutazá, Ventaquemada y Virachacá.
Aunque las heladas representan otro reto climático, la prioridad actual sigue siendo la prevención de incendios forestales en esta temporada seca.
Es crucial que la ciudadanía tome conciencia sobre la necesidad de evitar actividades de riesgo, como las quemas agrícolas o el mal manejo de fogatas durante los paseos. El compromiso conjunto entre el Gobierno, las comunidades y cada ciudadano es esencial para proteger los ecosistemas estratégicos del país y garantizar su conservación para las generaciones futuras.
El llamado está hecho: prevenir los incendios forestales es una tarea de todos.