Esa es una de las motivaciones centrales de la iniciativa que empezará a ser estudiada por los diputados, tanto en comisión como en plenaria, de acuerdo con lo expresado por el director de Medio Ambiente de la Gobernación de Boyacá, Germán Bermúdez Arenas.
Hoy no se dispone de información que permita encaminar las acciones oficiales. “Tenemos percepciones sobre problemas asociados a la fauna del departamento, pero no tenemos datos precisos de su número y de su estado y en eso la política pública nos puede ayudar bastante”, sostuvo Bermúdez.
Y es que el funcionario, los veterinarios, los colectivos dedicados a procurar el bienestar de los animales domésticos y los ciudadanos han sido testigos del maltrato al que son sometidos perros, gatos, caballos y otros que sobreviven bajo la tutela del hombre.
Abandono, falta de alimentación o deficiencia de esta, golpes, sobrecargas, reproducción masiva y sin control y otros vejámenes, son algunas de las situaciones a las cuales están expuestas las especies domesticadas, sin que hasta la fecha haya unidad de criterio frente a las regulaciones y las responsabilidades de las autoridades y los ciudadanos sobre su adecuado manejo.
El documento de política pública que el gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, radicó ante la Asamblea el miércoles 14 de junio pretende precisamente diseñar una ruta y determinar acciones que permitan disponer de registros sobre la cantidad y la situación de los ejemplares de compañía, de producción y de consumo en el departamento.
“A través de esta política buscamos que todos los proyectos y esfuerzos institucionales se orienten al bienestar de los animales y al control poblacional, así como a la educación de la ciudadanía para hacerle entender que estos no son objetos, que son seres que sienten dolor”, enfatizó el funcionario.
Además de perros y gatos, el texto presentado por el Gobernador a la Asamblea de Boyacá cobija también a los animales de producción y consumo (equinos, bovinos, porcinos, caprinos, etc.) por los cuales se aboga para que sus condiciones de tenencia sean dignas y eso incluye el tema sanitario que por supuesto incide en la salud de sus propietarios y cuidadores.
La propuesta de política se refiere además a los animales utilizados en espectáculos públicos y frente a los cuales el departamento propone generar alternativas culturales que no impliquen el sacrificio o la manipulación de estos seres vivos.
Un elemento adicional que se plantea es el relacionado con la participación ciudadana como recurso para hacer seguimiento y monitoreo a la implementación de esta política pública, una vez surta las discusiones que para su aprobación deberán darse al interior de la Duma Departamental.
Con el aval de esa corporación se avanzará en el diseño del plan de acción para su implementación que incorpora metas, indicadores, recursos financieros, periodicidad y mecanismos de seguimiento.
Por ahora la decisión sobre el futuro de la política pública de protección animal está en manos de los 17 diputados de Boyacá y de quienes defienden sus derechos ya que su presencia en las sesiones garantizará que el espíritu de la iniciativa se preserve.