Un litro de aceite usado puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua. Foto: Corpoboyacá

Aceite de cocina usado y su impacto en el agua y las redes de alcantarillado

La adecuada disposición de este residuo es uno de los temas centrales de la Semana R promovida por Corpoboyacá.

Según datos citados por la Secretaría de Ambiente de Bogotá, solo un litro de aceite usado puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua, el equivalente al consumo anual de una persona en su hogar.

“El aceite de cocina usado contiene aproximadamente 5.000 veces más carga contaminante que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento”, aseguraron los investigadores españoles Iñigo González Canal y José Antonio González en el marco del estudio ‘Aceites Usados de Cocina: problemática ambiental, incidencias en redes de saneamiento y coste del tratamiento en depuradoras.

De manera complementaria la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá advirtió que la inadecuada disposición de aceites de cocina en los lavaplatos o sifones puede llegar a generar bolas de grasa que terminan taponando las redes de alcantarillado.

“El aceite al enfriarse se acumula en las tuberías y combinado con otros elementos y residuos de comida genera taponamientos que ocasionan desbordamientos de agua residual, lo que incrementa la posibilidad de perjuicio sanitario en la comunidad”.

Por esta razón, su tratamiento y adecuada disposición final es uno de los temas centrales de la Semana R (Reutilizar, Reusar, Reciclar) que Corpoboyacá, en asocio con otras corporaciones de la región, la Gobernación de Boyacá y la Asociación Nacional de Industriales, realiza del 26 al 30 de septiembre.

Herman Amaya Téllez, director de Corpoboyacá, dijo que en el marco de la Semana R se instalarán ocho puntos de recolección de este tipo de desechos en ciudades y poblaciones como Tunja, Duitama, Sogamoso, Samacá, Sutamarchán, Villa de Leyva, Sogamoso, Miraflores y Soatá. “Pretendemos que sea una campaña constante que genere nuevos hábitos y permita transitar hacia una ciudadanía más ecológica”, dijo el funcionario.

Amaya confió en el compromiso de los municipios para la instalación de más puntos de recolección, también invocó la responsabilidad de los alcaldes para ejecutar integralmente lo previsto en los planes de gestión integral de residuos sólidos. En particular se refirió al reto de acopiar los residuos orgánicos en cada localidad con el fin de procesarlos y convertirlos en abono o en material para la recuperación de suelos degradados.

Mencionó la estrategia de las pacas biodigestoras impulsadas desde la subdirección de Ecosistemas y Gestión Ambiental como una opción para aprovechar adecuadamente los residuos orgánicos.

“Las pacas – según se explicó desde las entidad – son una técnica de compostaje para obtener abono mediante un proceso de fermentación que no genera malos olores y no atrae roedores ni moscas si se hace de manera adecuada”. Este recurso se está usando en las huertas comunitarias sostenibles promovidas desde la Corporación en 30 municipios de la jurisdicción.

La agenda R

Las pacas biodigestoras ayudan a procesar los residuos orgánicos en las huertas caseras.

La Semana R incluye una jornada de recolección de elementos electrónicos como pilas, celulares y equipos de cómputo en desuso, además de medicamentos, aceites y envases de agroquímicos.

La Superintendencia de Servicios Públicos se suma a la programación este martes 27 de septiembre, a las 2 de la tarde, en el Aula Ambiental de la Corporación, en Tunja, con una charla titulada ‘Aprovechamiento y tratamiento de residuos sólidos ordinarios en el marco de la prestación del servicio público de aseo’.

Adicionalmente en municipios como Tunja, Sogamoso, Duitama, Soatá y Samacá se ofrecerán conversatorios sobre la gestión integral de residuos peligrosos en el sector automotriz.

En Arcabuco se desarrollará una jornada puerta a puerta encaminada a promover la reducción en la utilización de plásticos de un solo uso, y en Motavita se intercambiarán envases plásticos por un parque infantil para el bienestar de los infantes de la localidad.

Respecto a asuntos pendientes en la agenda ambiental como la puesta en marcha del Plan Departamental de Residuos Sólidos, Herman Amaya Téllez, sostuvo que su estructuración es responsabilidad de la Gobernación de Boyacá y de la Empresa Departamental de Servicios Públicos.

Reiteró su disposición para apoyar la formulación de dicho plan y mencionó como ideal la tarea de disminuir la generación de desechos y desincentivar la movilización de orgánicos hacia los rellenos sanitarios de Tunja y Sogamoso.

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