¿Cómo se formula el plan de acción de Corpoboyacá en medio del aislamiento?

La virtualidad ha sido el mecanismo usado por la entidad para identificar problemas y atender propuestas ciudadanas.

La crisis por el coronavirus trastocó la agenda de encuentros presenciales que había programado la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, de cara a la formulación del plan de acción para el periodo 2020 – 2023.

Herman Amaya Téllez, su director, relató que en los dos talleres presenciales realizados antes de ser decretado el aislamiento preventivo a causa de la pandemia, el de Otanche, el 10 de marzo; y el de Sogamoso el 12 de marzo, se contó con amplia asistencia de público.

Para enfrentar el aplazamiento de las otras jornadas de trabajo, la Corporación dispuso de una mesa virtual de construcción del plan de acción a través de la página de la institución que estuvo disponible hasta el lunes 13 de abril.

Allí, según el director de planeación de la Corporación, Luis Jair Dueñas, 2.493 personas plantearon inquietudes e iniciativas en seis líneas de participación: protección ante fenómenos naturales, cuidado y uso del agua, organización del territorio, biodiversidad, desarrollo sostenible y relaciones socio ambientales (permisos, concesiones, reglamentación y cultura).

Las siguientes etapas de este proceso serán la audiencia pública del próximo 27 de abril, que inicialmente se programó presencial a partir de las 8 a.m. en el Aula Ambiental de la entidad, pero que podría ser virtual si el gobierno determina que el aislamiento preventivo continúa.

Contactos virtuales

El director de la Corporación sostuvo que a pesar de la cuarentena él y su equipo han estado comunicados permanentemente a través de videoconferencia y teletrabajando en las dinámicas propias de la institución. Destacó asimismo los encuentros vía Skipe con los alcaldes de la jurisdicción para atender sus inquietudes.

Mencionó sus conversaciones con los mandatarios sobre el plan departamental de residuos sólidos, una propuesta que quiere poner en marcha para hacerle frente a la reducción en la generación de desechos, y a la concreción de los proyectos de rellenos sanitarios regionales a fin de descongestionar los sitios de disposición final de Tunja y Sogamoso.

El diálogo virtual con los mandatarios ha propiciado la recolección de estrategias expuestas por los gobernantes locales para hacer más sostenibles sus territorios, mencionó como ejemplo lo expuesto por el alcalde de Cucaita, José Moisés Castillo, en relación con la puesta en marcha de proyectos de agroecología y modelos silvopastoriles para proteger los páramos y asegurar la permanencia de quienes por décadas han poblado esos ecosistemas.

El alcalde de Toca, Segundo Ochoa Díaz, le sugirió abordar el tema de la regulación de la represa de la Copa y definir acciones que permitan fortalecer la relación con Usochicamocha. Alejandro Fúneme, el alcalde de Tunja, le hizo ver su interés de promover un programa de arbolado urbano. El alcalde de Zetaquira, Oscar Ramírez, pidió la constitución de un vivero regional para Lengupá. El alcalde de Panqueba, Jorge Mario Ibañez, está interesado en impulsar el aviturismo; y el de Belén, Oscar Boada Castro, solicitó el apoyo de la Corporación para fortalecer el sistema de guardaparques.

La propuesta de Cucaita

Reserva El Malmo/Imagen: Situr Boyacá

Sobre los proyectos de agroecología y modelos silvopastoriles en el área de amortiguación de la Reserva Forestal El Malmo, que provee de agua a varias veredas de su municipio, el alcalde de Cucaita, José Moisés Castillo, explicó que la iniciativa pretende la reforestación con especies nativas en los minifundios de la zona y la siembra de pastos y forrajes para la alimentación del ganado. Entre las alternativas contempladas están la acacia forrajera y el tilo.

“A través de este programa se buscará un equilibrio entre la parte pecuaria y la protección del medio ambiente. De esa manera se recuperará la vegetación que permite la retención y el flujo del agua, la protección del páramo, además de asegurar la alimentación para los animales y la permanencia de los campesinos en sus predios”, explicó Castillo.

La siembra de acacia forrajera y tilo contribuye además al mejoramiento de praderas, a la protección del suelo y les aporta sombra a los animales. “Es una forma de contrarrestar el daño que le hemos hecho al páramo, especialmente en la vereda Pijaos. Para nadie es un secreto que la comunidad lo ha intervenido para sobrevivir”, admitió el alcalde, quien confió en el acompañamiento de Corpoboyacá y de la Gobernación.

Su propósito incluye un trabajo cercano con los habitantes de la zona con el fin de que se conviertan en guardianes del agua al tiempo que desarrollan sus tradicionales labores agrícolas y pecuarias de manera sostenible, y eso incluye la incorporación de abonos orgánicos.

La Reserva Forestal Protectora El Malmo está situada en la vereda Barón Germania, de Tunja y dista siete kilómetros, aproximadamente, de esta capital. “Es un reducto de selva húmeda andina de gran importancia por el caudal hídrico que representa para la cuenca del río Teatinos”, de acuerdo con la descripción consignada en el libro Áreas Protegidas de Boyacá.

Tiene una extensión de 159 hectáreas, su altura oscila entre los 3.050 y los 3.200 m.s.n.m. Allí nacen las quebradas Barón Germania y Verbenal.

Plan de acción, casi listo

WhatsApp fue otro recurso utilizado por la Corporación para recibir propuestas con destino al plan de acción.  

La información recopilada de los diagnósticos de los que dispone Corpoboyacá y de la aportada por alcaldes, instituciones públicas, voceros gremiales, ONG y la comunidad le permitió a la entidad proyectar una versión preliminar, que está sujeta a ajustes, del plan de acción, documento disponible en el siguiente enlace https://www.corpoboyaca.gov.co/cms/wp-content/uploads/2020/04/Plan-de-accion-2020-2023.pdf?.

El 27 de abril será socializado, presencial o virtualmente, según las circunstancias de aislamiento por coronavirus. Se dispondrá de cinco días hábiles para hacer los ajustes que surjan de la audiencia pública y se remitirá luego a estudio del Consejo Directivo que dispondrá de 15 días hábiles para su análisis, aprobación y adopción.

Este plan de acción preliminar contiene 553 páginas y en el capítulo de acciones operativas incluye seis líneas prioritarias:

1. Vulnerabilidad y adaptación a la variabilidad y al cambio climático.

2. Gestión ambiental del territorio

3. Conocimiento, conservación y uso de los recursos naturales y la biodiversidad

4. Procesos productivos competitivos y sostenibles, prevención y control de la contaminación y el deterioro ambiental.

5. Gestión integrada del recurso hídrico

6. Fortalecimiento del SINA para la gestión ambiental

Además, incorpora seis programas estratégicos:

– Colegio Verde

– Restauración activa y pasiva

– Ecoturismo de naturaleza

– Crisis climática

– Contra los plásticos de un solo uso

– Plan de gestión de integral de residuos sólidos

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