“Que se entere el mundo, que en el país de los páramos a los páramos los queman”, escribió Daniel Castillo en su perfil de Instagram luego de registrar la destrucción de una importante área de vegetación paramuna.
En una declaración entregada al periódico El Tiempo, el caminante relató que el 19 de febrero emprendió un recorrido por una zona conocida como La Horqueta, por el camino real que conduce a Labranzagrande, en jurisdicción de Toquilla, vereda del municipio de Aquitania (Boyacá).
“Entre el kilómetro 3 y 4 me encuentro con rastros de un incendio. Había frailejones de la especie espeletia murilloi, que se les veía rastros de que fueron quemados porque las hojas que cubren los troncos de los frailejones no estaban, estaban calcinadas. Eran frailejones negros», dijo Daniel Castillo al periódico capitalino.
En Instagram describió además el decadente panorama de la siguiente manera: “El complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha agoniza, la espeletia congestiflora, murilloi, annemariana, pescana, lopezii, puyas, cardones, pajonales, chusquea etc, están siendo ferozmente devoradas por el fuego, ya se volvió parte del paisaje de Siscunsí – Toquilla, cada año”.
Según su denuncia, estas quemas indiscriminadas se repiten cada año. “a leguas se ve que allí para lo único que quieren esos páramos es para promocionar su hambre de turismo, el pastoreo y agricultura a gran escala, no bastará con ir a sembrar frailejones”.
En su inspección por la zona pudo concluir que además del frailejón y de la vegetación nativa, las especies de fauna se ven seriamente golpeadas por la severa afectación de su hábitat. “La Tierra no necesita del ser humano, el ser humano necesita de la Tierra, ¿cuándo lo comprenderán? Seguramente cuando empiece a escasear el agua en sus hogares”.
Frente al actuar de las autoridades ambientales fue abiertamente crítico: “Por acá las corporaciones ambientales, las agencias de turismo, los que dicen proteger la vida y en general todos esos ambientalistas de ciudad, de escritorio, los que critican mi paso entre páramo y páramo se hacen los ciegos ante ese tipo de catástrofe, mis huellas no le hacen daño al páramo, su silencio si”.
Corpoboyacá pide ayuda
Una vez conocida la situación, el director de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), Herman Amaya Téllez, informó del desplazamiento a primera hora de este viernes de un grupo de investigación para inspeccionar por tierra y con sobrevuelos de dron la dimensión de la afectación, y determinar “posibles causas y presuntos responsables”.
En una primera indagación con los comités de Gestión del Riesgo Municipal y Departamental, se logró establecer “que la emergencia ocurrió hace algunos días”, informó la Corporación en un comunicado. Llama la atención que este pronunciamiento oficial se dio solo a partir de la denuncia hecha por Daniel Castillo la tarde del jueves 24 de febrero.
Amaya pidió apoyo al Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para modificar la normatividad que permita declarar en los esquemas de Ordenamiento Territorial e instrumentos de ordenamiento ambiental, las zonas afectadas por este tipo de incendios como áreas de restauración con el propósito de evitar la expansión de la frontera agrícola.
El funcionario también llamó la atención de los Comités Municipales de Gestión del Riesgo frente a su responsabilidad de estar alertas ante la ocurrencia de este tipo de hechos, y a las alcaldías a fortalecer los procesos de educación ambiental con las comunidades campesinas.
Sobre la limitada capacidad institucional para garantizar la protección de todo el territorio a su cargo, Amaya sostuvo que “este es un problema muy grande que se sale del ámbito de la Corporación” y abogó por el apoyo de los gobiernos nacional, departamental y municipales.
Agregó que hoy más que nunca se precisa de recursos humanos y financieros dirigidos a implementar una economía rural basada en la conservación con estrategias como la del pago por servicios ambientales.
Qué se ha hecho por Siscunsí
Corpoboyacá enumeró varias de las acciones emprendidas por la entidad. Desde la institución se hizo referencia a gestiones, de la mano de las alcaldías y del Ejército Nacional, para la reactivación y el fortalecimiento de dos viveros de páramo en Siscunsí – Ocetá y en inmediaciones del Lago de Tota.
También se mencionaron las alianzas estratégicas para poner al servicio de la comunidad senderos ecoturísticos en el páramo, como parte de los esfuerzos por sensibilizar a la comunidad respecto a la importancia de proteger ecosistemas tan vulnerables, y la campaña ‘Los queremos vivos, frailejones para la vida’ dirigida a evitar que sigan ocurriendo incendios de cobertura vegetal.