Foto: Corpoboyacá
Oso andino o de anteojos, una especie en vía de extinción.

Oso andino y los retos para su conservación en Boyacá y la Orinoquia

El 21 de febrero se celebra el Día internacional de los Osos ¿Qué se hace para protegerlos?

Tres son los sectores en los que se ha identificado la presencia de oso andino en Boyacá: los complejos de páramos de Mamapacha – Bijagual y Ocetá – Pisba – Cocuy y la Serranía de las Quinchas.

Corpoboyacá y Corpochivor dirigen sus estrategias hacia esas zonas del departamento para asegurar su preservación y reducir las amenazas que hoy lo catalogan como una especie en vía de extinción.

Sus principales enemigos son la intervención humana a zonas de bosques y páramos donde habita, la proximidad de los caseríos, el desarrollo de actividades productivas como la agricultura, la ganadería y la minería, y la presencia de cazadores y traficantes.

Aunque los reportes de las autoridades ambientales han dado cuenta recientemente del avistamiento de un importante número de osos andinos o de anteojos en páramos  adyacentes como el de Chingaza, en Cundinamarca, también preocupa el deterioro de los ecosistemas por los que transitan, la reducción de sus fuentes de alimentación y la disputa territorial con las comunidades que ven a estos animales como una amenaza para sus cultivos y ganados.

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Educación y capacitación

Corpoboyacá, en alianza con la Fundación Panthera, capacitó en 2017 a personal de la Corporación y a campesinos de las áreas por las que se movilizan o en las que han sido observados osos, pumas y jaguares. En los tres casos se busca que los propietarios de ovejas y de ganado vacuno entiendan el riesgo y el impacto que representa la invasión del hábitat de estos ejemplares de la fauna silvestre, y aprendan a tomar medidas para evitar el ataque a sus ganaderías.

Desde la entidad se informó además que luego del diagnóstico realizado en convenio con la Fundación Wii en los páramos de Ocetá y Siscinsí, en Chita, Socotá y Miraflores se logró determinar que el oso andino tiene una baja incidencia en el ataque a reses y a ovejas, desvirtuando así la preocupación de los ganaderos. Esta indagación permitió determinar que los mayores responsables de esos eventos son perros entrenados para cazar o que se encuentran asilvestrados.

Colombia, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, tiene en marcha el Programa Nacional para la Conservación del Oso Andino que regionalmente fue asumido por Corpoboyacá, Corpoguavio, la CAR, Corpochivor y Corporinoquia para su conservación en la Cordillera Oriental.

Diagnóstico desde la Orinoquia

Corporinoquia, a través de la Fundación Orinoquia Biodiversa, adelanta un estudio para determinar la existencia del oso andino en los complejos de páramo de Chingaza, Cruz Verde – Sumapaz. Tota – Bijagual – Mamapacha y la Sierra Nevada de El Cocuy que comparte con otras corporaciones de Boyacá y Cundinamarca.

Alejandro Pachón, biólogo de la entidad, sostuvo que aunque el diagnóstico concluirá en siete meses, ya se dispone de evidencia indirecta del rastro del animal en la cordillera de la Sierra Nevada, en el costado que corresponde al municipio de Tame, en el departamento de Arauca.

La comisión que le sigue el rastro detectó sus huellas cerca a vegetación de bosque andino que habitualmente le sirve de alimento.

 Oso a la vista

Instalación de cámara trampa en área boscosa del municipio de Chíquiza.

130 registros de oso andino a través de cámaras trampa ha obtenido la autoridad ambiental, que ha evaluado igualmente tanto la dieta como la distribución territorial de estos plantígrados. Es así como se han identificado siete individuos en el núcleo de páramo Mamapacha – Bijagual y tres en los páramos Ocetá y Pisba.

El monitoreo al Tremarctos ornatus, como se le conoce científicamente, permitió establecer la identidad de 20 especies acompañantes, entre mamíferos y aves, asociadas a su hábitat.

Importancia ecológica del oso

Claudia Rivera, bióloga y coordinadora del área de Fauna Silvestre de Corpoboyacá, explicó que el oso andino es un agente dispersor de semillas por lo que su papel es fundamental en la regeneración del bosque, sumado al hecho de que interviene en la creación de microambientes cuando derriba árboles para alimentarse.

Rivera añadió que se le considera una especie sombrilla dado que cobija a una gran variedad de animales y vegetales que están asociados a su ecosistema. “De su subsistencia depende una rica variedad de seres vivos que van desde mamíferos hasta insectos y hongos”, sostuvo la funcionaria.

 

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