El oso andino habita en los tres ramales de la cordillera de los Andes, en donde recorre los bosques andinos y los páramos. Foto: UNAL.

Páramos de Chita y Guantiva – La Rusia ofrecen garantías para la supervivencia y reproducción del oso andino y el puma

Experto de la Universidad Nacional advirtió, sin embargo, que estas especies están en riesgo por la falta de conectividad entre otras áreas protegidas.

Carlos Herney Cáceres Martínez, biólogo y magíster en Bosques y Conservación Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín, señaló que, en general, las áreas protegidas de la cordillera Oriental de Colombia funcionan como islas separadas de su entorno, “lo que pone en riesgo a los animales que subsisten en estos territorios debido a la deforestación y la caza”.

Agregó que el oso andino y el puma se encuentran amenazados tanto por la débil conectividad entre corredores biológicos como por el conflicto con las comunidades y la reducción de las poblaciones, y que en varios sectores estas zonas no están protegidas hoy por Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Uno de los aportes principales del trabajo de investigación en el que participó Cáceres Martínez es que indagó por el cumplimiento de metas internacionales de conservación, como las metas Aichi, incluidas en cinco objetivos específicos de 196 países firmantes de la Convención de Diversidad Biológica durante la COP10 sobre biodiversidad, realizada en 2010 en Aichi (Japón).

Entre ellas está contemplado que los Parques Nacionales del mundo deben velar por tener conectadas el 15 % de las áreas protegidas terrestres.

El investigador mencionó que, aunque en el país existen áreas protegidas, estas no están necesariamente conectadas.

Uno de los retos del trabajo fue precisamente medir cómo las áreas cumplen esos requisitos, para lo cual se aplicó el indicador de la conectividad ecológica funcional.

Mencionó que para el trabajo de investigación utilizó 114 cámaras trampa (sensores de movimiento y calor) que graban todo lo que pasa delante de ellas a una distancia de 30 metros las 24 horas del día.

Después de un año de trabajo, el biólogo Carlos Herney Cáceres concluyó que los Parques Nacionales de la cordillera Oriental no están conectados y no cumplen con las metas AICHI, situación contraria a lo que pasa con el Nudo de Santurbán y los páramos del Almorzadero, de Chita y Guantiva-La Rusia, las cuales sí ayudarían a la conservación efectiva de la biodiversidad y de los corredores biológicos de la región.

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