Desde el Movistar Arena, uno de los coliseos más importantes Bogotá, el presidente electo de Colombia hizo énfasis en su agenda ambiental y ratificó que trabajará para concretar acciones encaminadas a atender los retos que representa el cambio climático.
Frente al modelo de desarrollo que impulsará, se refirió a la necesidad de transitar de una economía extractivista hacia una economía productiva que genere trabajo, que sea colaborativa y que permita la redistribución en beneficio de todos.
«Debemos producir sobre la base del conocimiento, producir sin que se afecte la salud humana, la naturaleza, el agua y el páramo”, expuso Gustavo Petro y añadió que Colombia debe luchar contra el cambio climático.
En relación con las causas que lo generan, citó al consumo desaforado como el responsable de que esté en peligro la subsistencia de muchas especies, amenazadas hoy por la crisis climática.
Durante su alocución propuso un diálogo regional con los países americanos para salvar a la selva amazónica, «porque salvarla es salvar a la humanidad”, y en el marco de esa concertación con los vecinos del continente propuso incluir la urgencia de transitar hacia las energías limpias.
Uno de esos encuentros busca sostenerlo con el gobierno del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para exponerle el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria norteamericana en los ecosistemas de Colombia y del continente. “Allá se emiten los gases y acá los captamos”, dijo Petro, por eso, sostuvo, le insistirá a Biden en la premura de acelerar los pasos de la transición energética, “eso hace parte de la economía de la vida”.
Reiteró que se propone impulsar una América Latina productiva, no extractivista, “desde la cual le plantearemos al mundo un reequilibrio con la naturaleza”.
Otro término que Petro utilizó insistentemente durante el discurso de su triunfo fue el de la justicia ambiental, entendida como la necesidad procurar el desarrollo sostenible y justo con los recursos naturales.