Foto: Corpoboyacá
El Sendero de Ocetá permite apreciar paisajes propios del ecosistema de páramo.

Sendero de Ocetá, en Monguí, una oportunidad para conocer los páramos de Boyacá

El recorrido fue adecuado en el marco del Plan de Ordenamiento Ecoturístico implementado en el Parque Regional Natural Ocetá – Siscunsí.

Es un trayecto de ocho kilómetros que se puede recorrer en un periodo de tiempo de entre 4 y 6 horas, y que fue inaugurado el viernes primero de febrero por el director de Corpoboyacá, Ricardo López Dulcey; el alcalde de Monguí, Henry Argüello; y la comunidad que ha hecho parte del Plan de Ordenamiento Ecoturístico formulado en 2016.

El Sendero de Ocetá permite apreciar una diversa variedad de especies nativas como el frailejón que crece en los valles y en las pendientes que caracterizan su topografía. A pesar el valor ambiental que representa, en el páramo de Ocetá se evidencia el impacto de la actividad humana. 

En desarrollo de los diagnósticos para la formulación del Plan de Ordenamiento Ecoturístico, y de los estudios para establecer las condiciones de la vegetación y el estado y distribución del oso andino y del venado de cola blanca, Corpoboyacá ha podido concluir que la ganadería extensiva y el turismo descontrolado son las principales actividades humanas que amenazan a este ecosistema.

Este panorama fue uno de los argumentos que motivó a que el 2008 el consejo directivo de la Corporación oficializara la declaración del Parque Natural Regional Unidad Biogeográfica Siscunsí – Ocetá como un área protegida. Lo componen 49.793 hectáreas que se localizan en jurisdicción de los municipios de Sogamoso, Mongua, Monguí y Aquitania.

Siscunsí – Ocetá es hoy reconocido como un ecosistema estratégico, clave para la conservación de la biodiversidad y el abastecimiento hídrico de la región.

Señalización

El sendero Ocetá dispone de señalización para la orientación de los visitantes. Su diseño se enmarca dentro de los criterios técnicos definidos por el Ministerio de Ambiente para el desarrollo de actividades ecoturísticas. Foto: Corpoboyacá.

Infraestructura de protección

Pasos peatonales como este puente de madera permiten la protección de zonas muy húmedas y de gran fragilidad frente al tránsito de caminantes. También ayudan a mantener en adecuadas condiciones las fuentes de agua que se encuentran a lo largo del recorrido. Foto: Corpoboyacá.

Recorrido guiado

El desplazamiento por el sendero Ocetá, en Monguí, debe hacerse con el acompañamiento de las guías locales. Rocío y Miguel, que en esta imagen están acompañados por Ricardo López, director de Corpoboyacá, son habitantes de la región que integran el grupo de guías certificados.    

Espacio para reposo

El Plan de Ordenación Ecoturística del Parque Regional Natural Ocentá – Siscunsí incluye la disposición de un kiosco para el descanso de los visitantes que se movillizan a lo largo del sendero Ocetá que tiene una longitud de ocho kilómetros. Foto: Corpoboyaca.    

Peña de Penagos

 

Este es uno de los sitios emblemáticos que se pueden apreciar a lo largo del sendero Ocetá. Se trata del la Peña de Penagos donde, según el relato tradicional, el cacique del mismo nombre “sacrificó su vida ante el dolor por la quema del Templo del Sol a manos de los españoles”.  Foto: Ricardo López.

La ganadería, amenaza del páramo

El pastoreo de ganado es unas de las actividades tradicionales que más impacto ocasionan a la vegetación de páramo. Las autoridades plantean acciones de reconversión productiva, así como el impulso a emprendimientos ecoturísticos y el pago por servicios ambientales con el propósito de asegurar la sostenibilidad de las actividades económicas que realizan los campesinos de la zona.  

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