En 2010, cuando se modificó la licencia ambiental que permite la operación del relleno sanitario de Pirgua o Parque Tecnológico Ambiental de Pirgua, se le proyectó una vida útil de 45 años y una capacidad de almacenamiento de 2.618.511 toneladas de desechos.
Tal estimación preveía que este lugar de disposición de inservibles, localizado en la vereda Pirgua, de Tunja, podría operar sin contratiempos hasta el año 2055, sin embargo, como lo advierte Corpoboyacá, “el incremento poblacional acelerado, el aumento de generación de residuos, las contingencias del Relleno Sanitario Terrazas del Porvenir de Sogamoso y otros factores, han generado la disminución de la vida útil proyectada”.
A partir de esta realidad, el relleno sanitario regional de Tunja, operado por la multinacional de origen español Urbaser, que recibe desperdicios de 70 municipios de Boyacá y Santander, podría funcionar sin contratiempos hasta 2036, y por ahora no se prevé autorizar el aumento de su capacidad ni la recepción de elementos peligrosos, tal y como lo expuso el asesor de planeación de la Alcaldía de Tunja, Ronald Cadena Ávila, durante una reunión de socialización del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad.
Aunque el anuncio de Cadena tranquilizó a los integrantes de la veeduría ambiental y de la Junta de Acción Comunal de la vereda de Pirgua, las 440 toneladas diarias que recibe Urbaser los inquietan pues consideran que si estas llegaran a incrementarse, la vida útil del relleno podría ser menor de los 14 años estimados por la autoridad ambiental y por la misma empresa.
Duván Mesa, director del Parque Tecnológico Ambiental de Pirgua, indicó que Tunja, Duitama, Paipa, Barbosa y Villa de Leyva aportan el 80 por ciento de los residuos que llegan al sitio, y el restante 20 por ciento proviene de los otros 65 municipios.
En diálogo con entreojos.co, el gerente de la Regional Nororiente de Urbaser, Oscar Parra, también desestimó que el relleno deba ampliarse. Parra ponderó el modelo operacional implementado y la posibilidad incluso de recibir a otros municipios. “Podríamos llegar a recibir 500 o 600 toneladas diarias sin afectar la vida útil y la viabilidad del relleno regional”, aseguró el directivo.
En un escenario como ese, el de recibir 600 toneladas diarias, Urbaser se vería obligado a tramitar una modificación a la actual licencia ambiental del relleno pues de acuerdo con lo expuesto en el Decreto 1784 de 2017 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, solo los de categoría III están habilitados para recibir entre 500 y 3.000 toneladas/día de residuos sólidos, y el de Tunja se encuentra en categoría II y su límite son 500 toneladas diarias.
Ante la preocupación de la comunidad y de Corpoboyacá respecto a un potencial incremento en la recepción de residuos sólidos, entreojos.co también consultó a la Procuradora II (Encargada) para Asuntos Ambientales y Agrarios de Tunja, Olga Lucía Patín Cure.
La funcionaria consideró que frente a un eventual aumento de residuos, Corpoboyacá, en el marco de sus labores de control y seguimiento, deberá verificar “que las medidas y programas de manejo ambiental contempladas en la licencia ambiental se cumplan a cabalidad con el fin de garantizar la protección del medio ambiente y los recursos naturales renovables”.
Corpoboyacá ratificó que si se da un aumento en la recepción de residuos, Urbaser deberá tramitar y obtener previamente la modificación de la licencia ambiental, y mencionó algunas de las causales condicionantes de dicho ajuste descritas en el Decreto 1076 de 2015:
– Cuando el titular de la licencia ambiental pretenda modificar el proyecto, obra o actividad de forma que se generen impactos ambientales adicionales a los ya identificados en la licencia ambiental.
– Cuando se pretendan variar las condiciones de uso, aprovechamiento o afectación de un recurso natural renovable, de forma que se genere un mayor impacto sobre los mismos respecto de lo consagrado en la licencia ambiental.
Urbaser insiste
En comunicaciones enviadas a Corpoboyacá los días 25 de marzo y 19 de agosto de 2021, Urbaser Tunja ha insistido en su solicitud de que se le permita recibir residuos sólidos de 21 municipios de Boyacá, Santander y Cundinamarca y “de aquellos que por emergencia sanitaria o por conveniencia de eficiencias operativas y de cumplimiento ambiental requieran del servicio de disposición final”.
De acuerdo con los cálculos de la misma empresa, los residuos adicionales procedentes de estos 21 municipios incrementarían en 173 toneladas diarias el volumen de desechos que se depositarían en el Parque Tecnológico Ambiental de Pirgua. Si hoy se reciben 440 toneladas diarias, de ser autorizado este ingreso de nuevos municipios dicha cifra subiría a 613 toneladas diarias.
Como se indicó anteriormente, el relleno sanitario de Tunja es de categoría II y puede recibir entre 50 y 500 toneladas día, si el volumen aumenta a 613 toneladas día pasaría a categoría III.
entreojos.co conoció la respuesta de Corpoboyacá a esta petición de Urbaser. La entidad indicó que para tramitar dicha solicitud, es necesario avanzar en la modificación de la licencia ambiental. El argumento de la autoridad se fundamenta en la incertidumbre asociada a nuevos impactos no determinados.
Oscar Parra, el gerente regional de la empresa de aseo, es insistente. En un documento enviado a la autoridad ambiental el 19 de agosto de 2021 lo reitera de la siguiente manera: “nos permitimos solicitar la autorización para la recepción y disposición final de residuos en el Relleno Sanitario Parque Ambiental Pirgua hasta tanto se agote la capacidad total licenciada”.
Allí también hay un dato revelador: luego de cuantificar el incremento de toneladas diarias, el representante legal de Urbaser admite que el eventual ingreso de los desechos de estos 21 municipios incidiría en la reducción en siete años de la vida útil del relleno sanitario.
Cargas ambientales negativas
La Junta de Acción Comunal de Pirgua y la recién creada Veeduría Ambiental del sector han reclamado ante la Corpoboyacá y la Alcaldía de Tunja por lo que denominaron “cargas ambientales negativas asociadas a la operación del relleno sanitario”.
En concreto se refirieron a la presunta contaminación de nacimientos de agua causada por la emanación de vertimientos provenientes del relleno sanitario o lixiviados, uno de ellos estaría localizado en el sector El Retamo Parte Baja, en predios del señor Cayo Vanegas.
Durante un recorrido por ese centro poblado de la vereda, Cayo Vanegas relató que de un tiempo para acá el agua del manantial empezó a presentar un color oscuro, un aspecto grasoso y un olor extraño que él relaciona con aquel que expele la basura en descomposición. Ante su denuncia, Corpoboyacá desplazó a un equipo técnico para tomar coordenadas y realizar las verificaciones iniciales.
Alberto Hernández, profesional de la subdirección de Administración de Recursos Naturales de la Corporación, informó que la entidad contratará los servicios de un laboratorio certificado para tomar las muestras y establecer el origen y el tipo de contaminante, y determinar si el mismo proviene de las celdas del Parque Tecnológico Ambiental operado por Urbaser.
Sobre ese particular se refirió la procuradora Olga Patín Cure, quien el miércoles 21 de septiembre se hizo presente en el relleno por invitación de la veeduría ambiental. Indicó que el pasado 4 de mayo, en compañía de Corpoboyacá, se realizó una visita de control y seguimiento. La funcionaria destacó que observó un buen comportamiento en la operación del relleno sanitario, sin embargo, y ante las quejas de los vecinos, consideró necesario realizar una nueva inspección.
Aunque la misma estaba prevista para este miércoles 21, la veeduría y la Junta de Acción Comunal pidieron su suspensión ante la ausencia de los representantes de varias instituciones claves en este proceso entre ellas la Gobernación de Boyacá, la Empresa de Servicios Públicos de Boyacá, la Alcaldía de Tunja y la Personería de la capital. El nuevo encuentro se programó para el 11 de octubre, a las 10 a.m., en las instalaciones del relleno.
A pesar de la asistencia de la procuradora Patín Cure, la comunidad expresó sus reservas, especialmente por las denuncias de presumible actitud parcializada de la delegada del ministerio público con Urbaser en relación con la gestión de otro relleno sanitario, el de Loma Grande, en zona rural de Montería, capital del departamento de Córdoba.
Al ser consultada sobre estos reparos, la funcionaria encargada temporalmente de la Procuraduría II para Asuntos Ambientales y Agrarios de Tunja desvirtuó dichos señalamientos y expresó su disposición para responder al llamado de la comunidad y velar por la garantía de sus derechos.
¿Operación sostenible?
Frente a las denuncias de malos olores, contaminación por lixiviados y sobrevuelo de chulos, Oscar Parra, el gerente regional de Urbaser, dijo que el principal reto ecológico de la empresa es hacer un manejo controlado de los residuos y de los impactos provenientes de su concentración: gases, olores y efluentes líquidos o lixiviados.
Una de esas acciones es, dijo, la impermeabilización de las celdas para evitar fugas y posibles afectaciones al suelo y al agua. En este punto desestimó la queja de contaminación del nacimiento de agua en el sector El Retamo, aunque se mostró dispuesto a atender los requerimientos de la autoridad ambiental.
Sobre a la proliferación de chulos o gallinazos y otros vectores, el gerente regional de Urbaser explicó que en el relleno se ha implementado un sistema cremallera que se abre cuando se depositan los desechos, y se cierra al final de esta labor “para que exista el mínimo de olores y vectores. Lo que debemos es minimizar esos vectores”. A pesar de lo dicho, Parra se refirió al servicio ecológico de los chulos, “son animales que hacen limpieza”.
El gerente de la compañía de aseo destacó la utilización de una variedad de elementos y de esfuerzos de experimentación con recursos como la arcilla local, de la cual dijo, se cosecha y se aprovecha en la compactación de los residuos, o los lodos biosólidos para colocarlos como capa intermedia entre la masa de desechos, o a través del uso de insumos naturales en lugar de aquellos provenientes de la petroquímica para el manejo de olores.
El directivo también se refirió a innovaciones como el uso de energía solar al interior del Parque Tecnológico Ambiental de Pirgua y el funcionamiento de una planta modular para el tratamiento de efluentes líquidos (lixiviados) a través de un sistema de ósmosis inversa que, según dijo, vierte agua tratada y con alto porcentaje de calidad al río Jordán.
En materia de restauración ecológica, y en respuesta al señalamiento de la comunidad sobre tala de árboles, el gerente de Urbaser mencionó la adquisición de 22 hectáreas para la adecuación de un área de amortiguación natural con especies nativas, lo que se suma a una estrategia de vinculación de la academia y de los vecinos de la zona para identificar las plantas más representativas de la vereda.
Otras acciones encaminadas a procurar la sostenibilidad del relleno sanitario de Pirgua están relacionadas con la transformación de residuos orgánicos para producir compost y aportar a la restauración del suelo deteriorado, “la idea es generar las condiciones para ver más aves, más abejas, y que la fauna y la biota se restauren”, sostuvo Oscar Parra sobre esta iniciativa que pretenden ejecutar.
En materia de proyectos productivos en beneficio de las comunidades aledañas citó la conformación de un vivero, la instalación de tanques como parte de un programa denominado ‘cosechas de agua’ y, en el futuro, el impulso de proyectos agropecuarios orgánicos que favorezcan la economía campesina y las tradiciones locales.
Frente a tales anuncios, los integrantes de la Veeduría Ambiental de Pirgua y de la Junta de Acción Comunal confían en que estas se concreten en las mesas de trabajo concertadas con la empresa, la Procuraduría y las autoridades locales y ambientales a fin de hacerles el correspondiente seguimiento.
Del frustrado encuentro de este miércoles 21 de septiembre, en el que se esperaba inspeccionar aquellos sectores del relleno que para la comunidad son problemáticos, quedó el compromiso de la reunión del 11 de octubre. Ese día se evaluarán los avances y se conocerá en terreno si la empresa está cumpliendo a cabalidad con lo dispuesto en la licencia ambiental renovada en 2010 por Corpoboyacá.