La mina San Antonio, ubicada en la vereda Tocogua entre Duitama y Santa Rosa de Viterbo, respondió, a través de Argos, a los cuestionamientos formulados por habitantes de la zona
Mientras veedores ambientales señalan que la extracción de piedra caliza por parte de la cementera Argos estaría afectando las fuentes hídricas y la calidad del aire, la compañía sostiene que su operación se ajusta a las normas ambientales y que no existe evidencia técnica que relacione sus actividades con los impactos denunciados.
En entrevista con entreojos.co, Danilo Orozco, gerente de la Planta de Cementos Argos en Sogamoso, negó que la empresa utilice agua del territorio para su operación y explicó que “la poca agua usada se emplea únicamente para la humectación de las vías internas de la mina y proviene de aguas lluvias recolectadas a través de canales y sedimentadores”.
Según Orozco, los estudios hidrogeológicos e isotópicos realizados por la compañía demuestran que las aguas de la parte alta, donde se ubican los sedimentadores, “tienen una huella digital completamente diferente” a las del nacimiento conocido popularmente como Agua Chicha, ubicado en la parte baja.
“No hay una coincidencia directa entre las características químicas del agua en la mina y las del nacimiento”, enfatizó.
Orozco explicó que el nombre Agua Chicha se debe a que, desde hace décadas, los habitantes del sector notaron que el agua del manantial se tornaba turbia durante las lluvias o lloviznas, “pero no tiene relación con nuestras operaciones”, aclaró.
Frente a los señalamientos por posible contaminación del aire, el gerente aseguró que la mina San Antonio no cuenta con equipos de trituración, por lo que “las emisiones de material particulado al medio ambiente son cero”.
Las voladuras, añadió, se realizan bajo normas europeas “con tecnología de retardos de milisegundos, lo que reduce vibraciones, ruido y emisión de polvo”.
En cuanto a las compensaciones ambientales, Orozco reconoció que los planes de restauración están en trámite.
Explicó que, tras la disminución del volumen de explotación —de un millón de toneladas anuales a cerca de 145 mil en la actualidad—, la competencia de la licencia pasó de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a Corpoboyacá, entidad que deberá definir las áreas y especies para la recuperación.
Pese a ello “no nos hemos quedado quietos”, dijo Orozco. “Hemos adelantado la restauración de unas 35 hectáreas con especies nativas en zonas aledañas a la mina San Antonio”.
Las especies a las que se refiere el gerente de la planta de Argos en Sogamoso son raque, arrayán, mortiño, manzano, laurel, romero, angelito, “y tenemos el compromiso de compensar 172.5 hectáreas”, complementó.
Mientras la empresa insiste en que su operación es responsable y ajustada a la ley, los veedores comunitarios piden mayor vigilancia institucional y transparencia en los resultados de los estudios.
Acciones de mitigación
entreojos.co consultó a la empresa por las acciones de mitigación y/o restauración emprendidas para atender las afectaciones propias de la operación minera.
A través de un documento específico indicó que las tareas de la compañía en este sentido “están sujetas a todos aquellos impactos que fueron contemplados y a las medidas de mitigación aprobadas bajo la Resolución 0324 del 30 de marzo de 2016”.
Entre las medidas referidas están las siguientes:
- Manejo del suelo: uso de material de descapote en labores de rehabilitación o reconformación de terreno en las áreas liberadas desde lo minero.
- Manejo del área de disposición de estériles: se hace manejo adecuado y reconformación de los taludes finales en las áreas de depósito de estériles, así como la recuperación de la vegetación y plantación de árboles nativos, los cuales sirven como albergue para la fauna de la región.
- Manejo de las aguas de escorrentía: construcción de canales perimetrales e internos para el manejo adecuado de las aguas de escorrentía.
- Manejo y uso eficiente del agua: registro diario de los consumos de agua de la operación, alternando los consumos de agua superficial con el agua lluvia de los reservorios de la operación, principalmente para la humectación de vías.
- Manejo de aguas residuales domésticas: recolección y tratamiento de todas las aguas residuales domésticas, las cuales son conducidas a pozos sépticos sellados a los que se les realiza succión y disposición con una empresa externa que cuenta con los respectivos permisos.
- Manejo de aguas residuales e industriales: mantenimiento a los canales de conducción de aguas y sedimentadores.
- Manejo de la generación de material particulado: Aplicación de sistemas de humectación de vías de tránsito de la operación minera mitigando la generación de material particulado.
- Manejo de la generación de gases: se garantiza que todos los vehículos pertenecientes a la operación minera cuenten con revisión técnico mecánica vigente.
- Manejo de la generación de ruido: realización de capacitaciones a los conductores de maquinaria pesada frente al uso adecuado de bocinas y revisión del cumplimiento de los niveles máximos de emisión de ruido permitidos.
- Manejo de perforación y voladuras: cumplimiento de los límites máximos permitidos para vibraciones a través de un sismógrafo permanente y seguimiento estricto al proceso de voladuras.
- Manejo integral de residuos: adecuada disposición de los residuos generados al interior de la operación.
- Manejo de sustancias peligrosas: Adecuado almacenamiento de las sustancias peligrosas a utilizarse al interior del proyecto.
- Manejo de la cobertura vegetal: revegetalización total de las áreas liberadas desde lo minero.
- Manejo de fauna: manejo adecuado de la fauna en nuevas áreas o zonas que a futuro se pretendan intervenir.
- Cierre de mina y abandono: se garantiza el cierre progresivo de las áreas que no son de utilidad desde lo minero y se realiza restauración geomorfológica y revegetalización con especies nativas de forma progresiva.
- Manejo del patrimonio arqueológico, histórico o arquitectónico: adecuado manejo del patrimonio arqueológico, histórico o arquitectónico en caso de presentarse hallazgos fortuitos, los cuales no se han presentado a la fecha.







