‘Diciembre en paz con la naturaleza’ es el rótulo de la campaña de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá a través de la cual se busca desestimular el uso ilegal de musgo extraído de páramos y zonas de importancia ecológica, y la activación de pólvora para acompañar las celebraciones de fin de año.
En Boyacá existen más de 50 especies de musgos, líquenes, chamizos y barbas de viejo que cumplen un papel fundamental en los ecosistemas, protegen la integridad del suelo y evitan la erosión, son fijadores de carbono y contribuyen en la regulación hídrica, sin embargo, suelen ser utilizados para la elaboración de pesebres navideños.
Herman Amaya, director de Corpoboyacá, invitó a los boyacenses a no usar plantas vivas en pesebres y adornos de navidad. “El propósito es motivar a los boyacenses para que en las fiestas de fin de año respete y proteja la naturaleza y evitar que se extraigan o comercialicen”.
Desde la entidad se invitó a la ciudadanía a recurrir a materiales reciclados como resinas, cartón, papel usado y tela para diseñar los montajes que evocan el pasaje bíblico de la natividad de Jesús.
La pólvora es una amenaza
El uso de explosivos artesanales como cohetes, totes y martinicas, entre otros, constituye una amenaza para la fauna silvestre y doméstica, y un alto riesgo para los bosques por la incidencia de estos elementos en la ocurrencia de incendios forestales.
“El ruido y los gases generados por los fuegos pirotécnicos impresiona a la fauna doméstica y silvestre, provoca el desplazamiento de nidos, estrés, nervios e incluso vuelve violentas a algunas especies”, señaló Jaisson Carreño, jefe de la oficina territorial de Corpoboyacá en Socha.
A esto se suma que los residuos de esta práctica son potenciales iniciadores de conflagraciones y sus compuestos químicos ocasionan contaminan al aire y al agua.