El funcionario se refirió al trabajo entre la Gobernación, la Contraloría Departamental y las corporaciones autónomas regionales para concretar salidas al creciente volumen de desechos y la necesidad de implementar sistemas regionales de disposición.
Viasus se remitió al hecho de que los rellenos sanitarios de Tunja y Sogamoso reciben la mayor parte de los desperdicios provenientes de los 123 municipios de Boyacá, además de otros de Santander y de Cundinamarca. Al respecto citó el riesgo biológico de movilizar de manera frecuente esta carga contaminante y peligrosa por las vías del departamento.
“Esto es como una bola de nieve”, sostuvo el secretario de ambiente en alusión directa a la cadena de hechos irregulares asociados al deficiente manejo de las basuras en el departamento:
– Los ciudadanos no clasifican adecuadamente sus desperdicios
– Los municipios no implementan apropiadamente sus planes de gestión integral de residuos sólidos (Pgirs).
– No se aprovechan aquellos de origen orgánico que pueden ser del 60 por ciento del total generado y cuyo manejo resulta costoso para los municipios.
– Solo hay dos rellenos sanitarios con capacidad técnica para su almacenamiento y tratamiento.
Viasus aseguró que desde la Gobernación se adelanta una labor de acompañamiento a las alcaldías para la actualización de sus Pgisr y la puesta en marcha de estrategias de educación ambiental dirigidas a mejorar la clasificación de los desechos desde los hogares y los puntos de generación.
El funcionario indicó que también se promueve la concertación encaminada a identificar los lugares en los cuales podrían adecuarse sitios de disposición regionales en cada una de las provincias del departamento, y se refirió el apoyo financiero de la Empresa de Servicios Públicos de Boyacá (ESPB).
Otros retos para el departamento
Giovany Viasus sostuvo que la Gobernación de Boyacá, a través de la Secretaría de Ambiente, promueve, en alianza con otras instituciones, la producción de material vegetal con destino a programas de reforestación. A la fecha, dijo, se han propagado alrededor de 70 mil plantas y gracias al apoyo de los comités locales de educación ambiental se hace seguimiento a estas acciones de restauración.
En la cuenca del lago de Tota, aseguró, se adelanta un esfuerzo con los municipios para disminuir los vertimientos de viviendas rurales al embalse y la meta es dotar a estas comunidades de unidades sanitarias y construir sistemas de saneamiento básico. Sumado a esto se ejecuta una campaña de gobernanza del agua diseñada para optimizar la operación de los acueductos rurales y formalizar su funcionamiento con la implementación de planes de salubridad y de uso y ahorro eficiente del agua.
Viasus también mencionó el convenio con la CAR para reducir la contaminación provocada por los hornos con los cuales se fabrican artesanías en Ráquira, la adecuación de los bancos municipales de agua para atender épocas de escasez y la construcción de reservorios con los cuales se asegure el riego de los cultivos en los municipios de influencia de esa Corporación como Buenavista, Caldas, Chiquinquirá, Ráquira, Saboyá y San Miguel de Sema.