Para entender su alcance habría que citar como ejemplo al acueducto de El Chuscal, en el municipio de El Espino, en Boyacá. Allí opera la Asociación de Suscriptores del Acueducto El Chuscal, dependiente de una reserva natural del mismo nombre, localizada en la vereda La Laguna, sector Salinitas.
Sus orígenes se remontan a 1975 cuando los pobladores de este sector rural buscaron un sitio en la parte alta de lo que hoy es la reserva El Chuscal. Allí se adecuó la bocatoma, se construyó el tanque desarenador y desde ese punto se extendió una manguera a lo largo de casi 25 kilómetros.
La comunidad aportó su mano de obra y con algunas contribuciones menores se compraron los materiales. Lo hicieron a pulso y con recursos propios. El apoyo de las autoridades locales de la época fue mínimo.
La Asociación de Suscriptores del Acueducto El Chuscal es la responsable del cuidado de la reserva, del mantenimiento de las redes, de la contratación de los fontaneros, de la prestación del servicio y de la facturación a los usuarios.
Este tipo de administración comunitaria no ha sido posible en otros municipios por varias razones: la ausencia o la falta de liderazgo de una organización popular que asuma dichas tareas o la determinación de alcaldías y concejos locales de crear empresas municipales de servicios públicos o de entregar esta responsabilidad a privados.
El modelo de El Espino es el que la Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia quiere convertir en Ley de la República a través del proyecto No. 149 radicado en la Secretaría General del Senado para estudio de la Comisión Sexta de ese cuerpo colegiado. La iniciativa tiene el respaldo de la Confederación de Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento de Colombia (COCSASCOL).
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El pasado martes 2 de octubre, en la sede del parlamento colombiano, la Red propició el ‘Encuentro Una ley propia para la gestión comunitaria del agua’ con el fin de socializar su alcance. El término “Ley Propia” fue enfatizado para reivindicar el origen popular de la propuesta que se viene estructurando desde 2011 como parte de “un proceso participativo de construcción legislativa popular”.
En un comunicado la Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia describió que la iniciativa legislativa es el resultado de la intervención colectiva de campesinas y campesinos en asambleas y talleres, en encuentros nacionales y en audiencias públicas.
En 2016 le dieron forma a una primera propuesta, en 2022 esta fue “actualizada y mejorada en intensos debates con los procesos regionales de acueductos comunitarios y con funcionarias y funcionarios públicos” y el acompañamiento, asesoría y respaldo de profesores y profesoras especialistas en la materia de universidades públicas y privadas de Colombia.
A la llegada del presidente Gustavo Petro al gobierno, la Red convocó el ‘Mandato por la Gestión Comunitaria del Agua’ que contó con la presencia del Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento de la ONU, Pedro Arrojo Agudo, y en diciembre de 2022 el proyecto fue presentado al Senado y aprobado en primer debate en junio de 2023 en la Comisión 5ª.
Cuando el asunto iba a ser debatido en la plenaria de esa corporación, las organizaciones comunitarias se percataron de cambios no discutidos ni autorizados y de inmediato le expresaron sus reparos a la senadora ponente del Pacto Histórico, Isabel Cristina Zuleta. En ese momento retiraron su apoyo al texto y le anunciaron la radicación de una nueva propuesta en la siguiente legislatura.
La Red denunció que la senadora Zuleta decidió “de manera unilateral” radicar un proyecto sobre gestión comunitaria del agua.
“Se está desconociendo nuestra legítima autoría y el proceso histórico, académico y democrático que lo respalda. Somos autoras intelectuales y materiales de nuestra ley propia y por esto esperamos el respaldo de los y las congresistas al proyecto de ley No. 149 de Senado que responde legítimamente a nuestro mandato”, señalaron los voceros de las asociaciones de acueductos comunales.
Robert Daza Guevara, senador del Pacto Histórico, destacó los puntos clave del proyecto:
– La gestión comunitaria del agua ha sido invisibilizada por modelos mercantiles que excluyen a las comunidades. Este proyecto busca proteger su derecho a gestionarla como un bien común.
– Ante la crisis hídrica, la gestión comunitaria es una alternativa clave para enfrentar la escasez y proteger los recursos hídricos.
– La Red Nacional de Acueductos Comunitarios propone un nuevo modelo de administración del agua que priorice a las comunidades y el bienestar de las generaciones futuras.
