Una vez delimitados los páramos de la jurisdicción de Corpochivor, decisión que fue adoptada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible a través de las resoluciones 710 del 10 mayo de 2016, 1768 del 28 de octubre de 2016, 1771 del 28 de octubre de 2016 y 1770 de 28 de octubre de 2016, la Corporación presenta como uno de los logros del 2016 el avance en la formulación de los planes de manejo para estas áreas protegidas.
Eso fue lo que señaló Fabio Guerrero Amaya, director de Corpochivor, al presentar un balance de su gestión al frente de la entidad a propósito de la Audiencia Pública de Rendición de Cuentas celebrada el 20 de abril en Sutatenza.
Pero aunque la delimitación es, sin duda, un paso importante del gobierno nacional en materia de conservación de los ecosistemas, el gran reto hacia el futuro inmediato, además de la formulación de los planes de manejo ambiental, es disponer de los recursos para su implementación.
Y aunque Corpochivor no dispone aún de una cifra consolidada sobre las inversiones que deberán hacerse para la recuperación y conservación de cada uno de los páramos delimitados, es claro que la fuente de los recursos para hacerlo aún es incierto.
Guerrero destacó, sin embargo, las inversiones que por $805.771.789 prevén hacerse durante tres años en el páramo de Rabanal de la mano de la Comunidad Europea y en alianza con la CAR, Corpoboyacá, el Instituto Alexander von Humboldt, la Gobernación de Boyacá y las alcaldías de Tunja y Ventaquemada, en el marco del proyecto Páramos de los Andes que cobija además a Ecuador y Perú.
Suelos y gestión del riesgo
La audiencia de rendición de cuentas se centró en temas como autoridad ambiental, recurso hídrico, biodiversidad, sectores productivos y gestión del riesgo. Precisamente sobre este punto, en su balance el director de Corpochivor afirmó que se vigila el comportamiento de las cuencas principales y que se trabaja con los alcaldes de los 25 municipios de la jurisdicción para prevenir los riesgos asociados a la inestabilidad del suelo.
Sobre el particular, Guerrero admitió que las malas prácticas agrícolas especialmente la tala de los bosques y la ampliación de potreros son la causa principal del deterioro de las partes altas de las montañas y de la amenaza de deslizamientos, particularmente en municipios como Santa María, San Luis de Gaceno y Chivor.
El directivo insistió en que Corpochivor dispone de las herramientas necesarias como mapas de amenazas con el fin de que los municipios actualicen, con sus potenciales riesgos, sus esquemas de ordenamiento territorial.
Frente al deterioro de los suelos, el funcionario destacó en su informe que son varios los proyectos en marcha para contrarrestar su degradación, entre ellos los programas de control a la tala y al tráfico ilegal de madera, en cooperación con la fuerza pública; el fortalecimiento de las cadenas productivas y el apoyo a las artesanas tradicionales para el uso racional de productos forestales no maderables.
