En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de nuestras decisiones, los negocios verdes emergen como una oportunidad para transformar la economía y proteger el planeta.
En Colombia, esta apuesta se materializa a través de la Política Nacional de Negocios Verdes (PNNV) 2022–2030, una hoja de ruta que busca fomentar actividades económicas sostenibles, con beneficios concretos para el ambiente, la sociedad y la economía local.
¿Qué son los negocios verdes?
Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los negocios verdes son actividades económicas que ofrecen bienes y servicios con enfoque ecosistémico y de ciclo de vida. Su propósito no es solo generar utilidades, sino también:
– Incorporar prácticas sostenibles en toda su cadena de valor.
– Aportar a la conservación y uso responsable de los recursos naturales.
– Reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
– Impulsar el desarrollo local, respetando los valores culturales y ambientales del territorio.
En resumen, se trata de negocios que generan triple impacto: económico, social y ambiental.
Las nuevas tendencias del consumo sostenible
La actualización de la PNNV reconoce que la creciente demanda por productos responsables abre un campo fértil para el desarrollo de negocios verdes. A nivel global, se observan al menos diez grandes tendencias que están transformando la manera como producimos y consumimos:
- Soluciones basadas en la naturaleza
- Sustitución de recursos fósiles por renovables
- Cadenas de suministro justas y sostenibles
- Economía circular y ciclos de vida extendidos
- Innovación colaborativa y tecnologías limpias
- Agrosistemas sostenibles y regenerativos
- Movilidad sostenible
- Carbono neutralidad
- Uso sostenible de la biodiversidad
- Energías renovables locales
Estas tendencias no solo responden a una urgencia ambiental, también se traducen en ventajas competitivas para las empresas que decidan liderar el cambio.
Tres tipos de negocios verdes
La política distingue tres tipos de negocios según su nivel de madurez y articulación:
– Emprendimientos verdes: Ideas de negocio en fase inicial que ya incorporan criterios de sostenibilidad desde su concepción.
– Negocios verdes avalados: Empresas formalmente constituidas que cumplen con los requisitos establecidos por el Ministerio de Ambiente.
– Anclas verdes: Compañías consolidadas que además de cumplir los criterios, promueven la sostenibilidad a lo largo de sus redes de proveedores y aliados.
¿Qué criterios debe cumplir un negocio verde?
Para ser reconocido como tal, un negocio debe demostrar avances en cuatro dimensiones:
- Económica: Viabilidad financiera y sostenibilidad del modelo de negocio.
- Social: Responsabilidad social dentro de la empresa, en la cadena de valor y hacia el entorno comunitario.
- Ambiental: Impacto ambiental positivo, Enfoque de ciclo de vida del producto o servicio, Uso de materiales reciclados o reciclables, Sustitución de insumos peligrosos, Uso eficiente de agua, energía y materias primas.
- Avanzados: Comunicación clara de atributos sostenibles, Participación en esquemas o certificaciones ambientales y sociales
Las tres grandes categorías de negocios verdes
La Política Nacional de Negocios Verdes agrupa las iniciativas verdes en tres categorías principales:
– Bioproductos y servicios sostenibles: Incluyen productos de origen natural con bajo impacto ambiental y servicios como el ecoturismo.
– Ecoproductos industriales: Transformación limpia de materiales, aprovechamiento de residuos o energías limpias.
– Productos para la calidad ambiental: Tecnologías para el tratamiento de agua, aire y suelo; gestión de residuos y descontaminación.
¿Por qué es importante hablar de negocios verdes?
Porque representan una oportunidad real para construir una economía resiliente, descentralizada y compatible con los límites del planeta. Además, ofrecen alternativas laborales e impulsan modelos de producción arraigados en la identidad de los territorios.
En un contexto como el colombiano, donde la biodiversidad y los saberes locales son un activo invaluable, los negocios verdes pueden ser el motor de una nueva ruralidad sostenible y de una economía regenerativa.