El proyecto Conectando Páramos busca promover la adaptación al cambio climático de comunidades campesinas. Fotos Convite Campesino.

Conectando páramos: una alianza por la producción sostenible

Swissaid Colombia y Convite Campesino trabajan para replicar experiencias de agroecología en complejos paramunos de Boyacá.

Esta es una coalición de muy conveniente, nos sirve a todos.

Swissaid Colombia es una ONG suiza de cooperación para el desarrollo con presencia en Colombia desde 1983, y su apuesta principal es el desarrollo rural territorial incluyente, y este principio le ha permitido trabajar con organizaciones de la sociedad civil para mejorar la seguridad alimentaria.

“La agroecología y la igualdad entre hombres y mujeres están en el centro de este enfoque”, se destaca en su carta de valores, y Boyacá ha estado en el radar de su accionar a través del proyecto ‘Montañas Vivas’ ejecutado en el complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha, y específicamente en municipios como Gámeza y Mongua.

Sus lineamientos la llevaron a ampliar el radio de incidencia hacia otro complejo de páramo: el de Iguaque – Merchán y con especial énfasis en los municipios de Arcabuco, Cómbita, Sotaquirá y Chíquiza. En esta zona del departamento tuvieron una feliz coincidencia de argumentos con una asociación que desde 2020 desarrolla un modelo de huertas familiares respetuosas del agua y el suelo: El Convite Campesino.

El Convite surge en plena pandemia en la finca Santa Juana de la vereda Rupavita, de Arcabuco. Allí Ángela Bautista y Mario Abello decidieron emprender un camino que hoy está acompañado por varias familias asociadas que cultivan sus alimentos y crían sus animales a partir de principios orgánicos. Esta noble iniciativa ha sido objeto de estudio de la academia y de organizaciones sociales interesadas en la filosofía del cuidado de la vida que la inspira.

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Una de esas organizaciones fue precisamente Swissaid Colombia en su propósito de conectar experiencias de conservación de los páramos Iguaque – Merchán y Tota – Bijagual – Mamapacha. 

Ana María Novoa, coordinadora de proyectos de la oenegé suiza en el departamento, describió que Convite Campesino es el socio implementador del proyecto Conectando Páramos’ en los municipios de Arcabuco, Cómbita, Sotaquirá y Chíquiza gracias a sus avances en materia de transición agroecológica. “Tenemos una afinidad en la visión, una afinidad territorial”.

El plan de trabajo tiene como soporte la metodología de la escuela campesina a través de la cual productores rurales en pequeña escala de estas poblaciones reciben formación en agroecología para imprimirle principios de sostenibilidad a sus hábitos de cultivo y crianza de bovinos y de especies menores, y al tiempo se cualifican para compartir el conocimiento adquirido con sus vecinos.   

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Ana María explica que la iniciativa está soportada en un diagnóstico y una formulación elaborados de manera conjunta y rigurosa, y este ejercicio permitió que el agua brotara como el eje articulador, “es una mirada de cuenca”, describió la vocera de Swissaid Colombia volviendo hacia el trabajo realizado en Gámeza y Mongua con Montañas Vivas en donde la cuenca de los ríos Leonera y Saza, aportantes del río Chicamocha, sirvió de marco para comprender las lógicas del territorio. Como lo diría Alexander von Humboldt, todo es un sistema perfectamente articulado.

El diagnóstico permitió identificar a poblaciones vulnerables de la cuenca media del río Chicamocha conectadas con los complejos de páramo mencionados “y concluimos que, si ya estábamos por este lado oriental de la cuenca media, entonces miráramos del lado occidental. Por eso desde Iguaque – Merchán iniciamos la identificación de las vulnerabilidades, y la idea es que el escalamiento vaya hacia el complejo del páramo La Rusia, es como nuestra proyección a futuro”, detalló Ana María Novoa.

Inequidad en el acceso al agua

El proyecto analiza las vulnerabilidades locales asociadas al cambio climático: Imagen: Convite Campesino.

El diagnóstico realizado para el proyecto Conectando Páramos permitió documentar presiones por el agua en Cómbita y Sotaquirá, especialmente ligados a la proliferación de cultivos de arándanos a gran escala.

Los acueductos comunitarios enfrentan múltiples obstáculos en la obtención de concesiones de agua, a diferencia de las empresas agrícolas, que suelen recibir mayores facilidades en estos procesos.

En análisis determinó, en el caso de Arcabuco, que hay un importante potencial por las iniciativas de transición agroecológica de las que es protagonista Convite Campesino, y su aporte en la disminución de presiones hacia reservas naturales próximas como los parques regionales El Valle y Serranía El Peligro.

El reto mayor está en Chíquiza, el municipio más vulnerable por la escasez de agua para soportar sus procesos productivos, una situación que provoca la migración de su población hacia ciudades como Tunja, de acuerdo con el diagnóstico del proyecto.

Este, reiteró Ana María Novoa, prevé la generación de mecanismos de adaptación y mitigación al cambio climático con las comunidades rurales desde la restauración ecológica, la transición agroecológica y la gestión comunitaria del agua, y para lograrlo el camino es la educación a través de la metodología de escuelas campesinas que lidera el Convite.

Desde estas escuelas los campesinos de Arcabuco, Cómbita, Sotaquirá y Chíquiza promueven conectividades en el territorio para establecer un corredor agroecológico y fortalecer así el tejido social, las alternativas económicas desde los mercados campesinos, y los circuitos agroecológicos y biológicos en beneficio del agua y el suelo.

El proyecto Conectando Páramos, que se ejecuta desde 2024, tiene previsto su cierre a finales de 2026, y se trabaja para que a través de los Consejos Consultivos de Juventudes y de Mujeres alcance mayor incidencia y logre permear las acciones de los gobiernos en beneficio de las comunidades.

Las escuelas campesinas

Mario Abello, integrante de Convite Campesino, durante una jornada de capacitación sobre agroecología. Foto: archivo particular.

Ángela Bautista, gestora del Convite Campesino y coordinadora del proyecto Conectando Páramos, destacó los tres objetivos principales de la iniciativa: el primero, el ambiental, que gira en torno del reconocimiento del territorio, la identidad campesina y el cuidado del agua y el suelo.

El segundo, el productivo, ligado a un enfoque agroecológico entendido como la adopción de sistemas alimentarios sostenibles, socialmente justos y ambientalmente responsables. La meta, enfatizó Ángela, es disminuir la dependencia de los agrotóxicos, generar ecosistemas más equilibrados con la siembra de policultivos, y retomar las huertas campesinas con productos de pancoger y sistemas pecuarios.

Este componente está dirigido además a fomentar las economías campesinas solidarias a través de los encuentros agroalimentarios, las estrategias de comercialización, los mercados campesinos, las ferias y los encuentros participativos entre productores y consumidores.

El tercer objetivo está enfocado hacia el empoderamiento y la participación de las comunidades en espacios de decisión local.

Sobre las escuelas campesinas, Ángela Bautista reseñó sus particularidades: son espacios de intercambio de campesino a campesino, de compartir conocimientos sobre bioinsumos, restauración, cuidado del agua, transformación de productos, soberanía alimentaria, derechos del campesinado, rescate de saberes ancestrales sobre medicina, vestido y vivienda, y prácticas de cuidado animal a través del aprender haciendo y de una figura muy propia del compartir en el campo, la mano prestada

Los beneficios de este modelo de trabajo y de la agroecología en general se han puesto al servicio además de comunidades campesinas de Socotá, Socha y Tasco, en el páramo de Pisba, en donde también hace presencia Swissaid Colombia a través del acompañamiento a varias organizaciones sociales.

En varios espacios de diálogo se ha abordado la conflictividad ambiental asociada a la minería, la reconversión productiva a partir de la agroecología, el liderazgo femenino por medio de escuelas de gobernanza, la equidad de género y las nuevas masculinidades como estrategia para erradicar el machismo y reducir los índices de violencia intrafamiliar.

Al final, el proyecto Conectando Páramos pretende demostrar que sí es posible subsistir, producir, consumir y prosperar en condiciones dignas y justas en el ecosistema paramuno de manera sostenible, y adoptar mecanismos de adaptación al cambio climático.

Las familias que integran la Asociación Convite Campesino así lo vienen demostrando y quieren que muchas más también lo hagan.

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Esta historia web fue realizada con recursos de la Convocatoria del Sistema Departamental de Cultura.